Los técnicos del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rías Baixas alertan de que la meteorología inestable, con la presencia de lluvias, durante las últimas jornadas causará una merma de entre un 5% y un 10% de uva este año. A finales de julio se estimaba que la cosecha llegaría a unos 25 millones de kilos de uva pero el mal tiempo ha provocado que se moderen estas previsiones de cara a la próxima vendimia.
Las precipitaciones frecuentes y la ausencia de anticiclones estables han propiciado en las últimas semanas una humedad relativa muy elevada que ha provocado un repunte de los ataques de mildiu. Según los técnicos de Rías Baixas, la incidencia de este hongo es generalizada, sobre todo en la subzona de O Salnés. El mildiu está afectando sobre todo a viñedos de las parcelas de menor tamaño que están situadas en las zonas más frescas y húmedas y con suelos más profundos.
La incidencia de la plaga sobre la hoja tiene consecuencias en la maduración. Según apuntan desde la D.O. Rías Baixas, el envero se ha ralentizado y podría retrasarse alrededor de una semana sobre lo previsto, lo que podría provocar cambios en el inicio de la vendimia.
Esta situación se suma a que la producción de este año ha estado especialmente condicionada por un invierno templado y por una primavera con más presencia de lluvia que durante el ciclo anterior. La temperatura media "bastante alta" del invierno, prácticamente sin heladas, propició una tasa de brotación inferior a la de 2013, al haberse visto afectado el índice de fertilidad de las yemas brotadas. La lluvia abundante de la primavera ha originado mermas considerables por corrimiento en la etapa de floración.