El Consejo de Ministros ha dado un nuevo paso decisivo para desatascar las obras de construcción del primer tramo de la autovía A-57, que unirá Vilaboa y A Ermida, en Marcón. El Gobierno ha aprovechado la última reunión del año para autorizar la celebración del contrato de obras.
El Ministerio de Fomento ha difundido un comunicado por el que explica que las obras que se autoriza a contratar se corresponden con el primer tramo de la futura autovía y define la infraestructura como la alternativa de gran capacidad a la carretera N-550 en Pontevedra. Justo ha dado este paso unos días después de que el Pleno de la Corporación de Pontevedra acordase pedir a Fomento que agilizase la tramitación de la autovía en una votación en la que votaron a favor los grupos municipales del PP, el BNG y el PSdeG y se abstuvo la concejala no adscrita María Biempica.
La A-57 está dividida en tramos y Fomento explica que los dos relativos a A Ermida- Pilarteiros y Pilarteiros-Barro, junto con la conexión con la autopista AP-9 en Curro (Barro) "constituirán la futura circunvalación de Pontevedra". Frente a esta definición que hace el propio Gobierno estatal, los colectivos que se oponen a la autovía y la plataforma 'Salvemos a Fracha' sostienen que no se trata de una circunvalación, sino de un corredor de cuatro carriles que no rodea la ciudad y que no comunicarán a los vecinos de las parroquias afectadas ni del centro de la ciudad.
El comunicado oficial del Consejo de Ministros mantiene que la A-57 dará continuidad hacia el norte a la futura autovía A-59, infraestructura que discurrirá desde el aeropuerto de Peinador en Vigo hasta Pontevedra (Vilaboa). Contra esta actuación 'Salvemos a Fracha' está preparando un recurso para llevarla a la vía judicial.
El proyecto de autovía tiene un presupuesto de licitación de 86,31 millones de euros. Los trabajos se desarrollarán en el entorno metropolitano de la ciudad de Pontevedra, recorriendo los concellos de Pontevedra y Vilaboa, destacando los núcleos de A Ermida, Pintos, Valladares, Pumariño, Bértola, O Outeiro y Boullosa.
El primer tramo de autovía tiene 6,48 kilómetros de longitud, se inicia a la altura del enlace de A Ermida, en la carretera autonómica PO-532, y finaliza en un punto con el que, según Fomento, se propone evitar la Mámoa de San Roman-O Cruceiro.
La autovía tiene proyectados dos enlaces y 15 estructuras, entre los que hay cuatro viaductos sobre el río Pintos, el río do Pobo, el Rego do Barco y el ferrocarril; cinco pasos superiores que resuelven el paso de caminos sobre la autovía; y seis pasos inferiores. Fomento defiende que el proyecto prevé la reposición de los caminos interceptados a lo largo de la traza de la futura autovía.