"Queremos demostrar que te puedes sentir guapa habiendo pasado por una mastectomía"
Por Ana López & Daniel Santomé
"¿Valiente? Yo no creo que sea una valiente. Es cierto que todo el mundo me lo dice, pero yo no considero que lo sea". Chus López tiene 43 años y este viernes se ha estrenado como modelo. Su subida a la pasarela ha sido muy especial. Ella ni mide un metro ochenta ni tiene un cuerpo de infarto. Es más, para poder desfilar ha tenido que practicar en estos últimos días por el pasillo de su casa con los únicos consejos de sus familiares, ninguno, por cierto, dedicado profesionalmente al mundo de la moda. Pero, sin duda alguna, el mayor mérito de su decisión de lucir ropa de baño e interior en público es el hecho de que haya sido sometida hace tan sólo un mes a una mastectomía.
Chus es una de las ocho mujeres que habiendo pasado por un cáncer de mama participaron en la tarde de este viernes en el desfile de prendas de lencería y baño que acogió el Edificio Sarmiento del Museo de Pontevedra en la sala en la que se encuentra la exposición de fotógrafos de prensa de Pontevedra, donde también tuvo lugar la I Jornada Oncológica de Nutrición y Estética. Rosa Goyanes, Elisabeth Cabezas, Rosa Delgado, Amalia Estévez, Isabel Carragal, Margarita Pazos, Conchi Martínez y ella lucieron artículos adaptados para las mujeres a las que se les haya extirpado un pecho.
La pontevedresa asegura que tomar parte en esta iniciativa -organizada junto con las conferencias por Acceda Ortopedia y Sendo- ha sido todo un reto y que, en su caso, surgió "por pura casualidad". "Ese día venía de una consulta médica en la que me habían recetado la prótesis de silicona que debo utilizar mientras no me hacen la reconstrucción de la mama. Me lo propusieron en la tienda ortopédica y, como tenía la cabeza en mil cosas, no lo dudé: dije que sí. Evidentemente, en cuanto salí de allí me arrepentí, pero al final, ya ves, aquí estoy", explica entre risas.
"Para mí salir a desfilar es un modo más de normalizar el cáncer de mama. No voy a decir que es una enfermedad como otra cualquiera, pero sí que es algo por el que hoy día pasan muchísimas mujeres. Con esto queremos demostrar que se puede vivir igual y que te puedes sentir guapa habiendo pasado por una mastectomía", añade, para hacer referencia a la participación de famosas en algunas campañas, como la de Bimba Bosé para Women’Secret este verano.
Como las mujeres normales que son, estas particulares modelos también tienen sus complejos: "Piensas de todo. Que se te va a notar la barriga, que te van a ver ese michelín que te has descubierto estos días, que te vas a caer de los tacones… Pero después te dices que eres una mujer de las que llaman ‘reales’ y que todo esto es por una buena causa y que no tienes que demostrar nada". Es curioso, pero al final, en un día como el de hoy, lo del pecho ha pasado a un segundo plano para ellas.
"HAY QUE LLEVARLO LO MEJOR POSIBLE"
La vida de Chus dio un giro radical el pasado mes de julio, cuando le diagnosticaron el cáncer de mama. Ahora, después de tres intervenciones quirúrgicas que terminaron con la pérdida de uno de los senos, reconoce que es un golpe muy duro y que psicológicamente cuesta mucho verse sin él. "Sin duda, la mastectomía ha sido lo peor, sobre todo porque en mi caso el equipo de Cirugía intentó hasta el último momento salvarme la mama. Pero al final no pudo ser y sufres porque te habías hecho ilusiones.Fueron tres operaciones en un mes y medio. Eso me superó". Aún así, no pierde la sonrisa y el buen humor y afirma que "hay que intentar llevar todo el proceso, que es muy largo, lo mejor posible". En este sentido, recuerda el primer día en que fue a una sesión de quimioterapia. "Estaba allí fuera, esperando a que me llamaran. Me acompañaban mi marido y mi hermana. Yo lloraba. Pero, y no es por quitarle hierro al asunto, pronto te acostumbras. En ese sentido tuve suerte porque no tuve efectos secundarios que me obligasen a estar en casa. Dentro de lo que cabe, he podido hacer vida normal". Además, a raíz del tratamiento ha conocido a muchas personas "que valen la pena".
"Aprendes a vivir el día a día. Minuto a minuto. Vida solo hay una y hay que luchar por ella"
Entre ellas, otras pacientes de cáncer de mama, "como Esperanza, con la que sigo manteniendo el contacto, o el personal del Complexo Hospitalario de Pontevedra (CHOP), que en su mayoría se ha mostrado muy humano: las doctoras de Cirugía; Amparo, la enfermera que me hace las curas; las enfermeras de quimio...".
Además del apoyo brindado por su familia y amigos, Chus buscó otros para sobrellevar la enfermedad. "Lo que pensé fue: bueno, la parte física ya me la controlan los médicos, pero ¿cómo hago con la parte mental? para dejar de dar vueltas a la cabeza, para relajarme. Entonces comencé a hacer yoga. Allí me aconsejaron la meditación y a raíz de eso conocí el reiki y a Andrea, que me ha ayudado mucho y a la que estoy muy agradecida".
Como toda persona que pasa por un cáncer y que ha sufrido, y sigue sufriendo mucho por ello, Chus piensa en su futuro, pero no de la misma manera en que lo hacía antes: "Aprendes a vivir el día a día. Minuto a minuto. Vida solo hay una y hay que luchar por ella".
Y pensando en su futuro pero también en el pasado y en el presente, Chus entregó una rosa roja en el último pase del desfile a su madre que, sentada entre el público, no pudo reprimir las lágrimas.