La presidenta de la Deputación de Pontevedra, Carmela Silva, firmó este viernes el convenio con Arlea Hotels, S.L. para la entrega de las Pousadas de Armenteira y A Lanzada para su explotación por la empresa adjudicataria.
Silva destacó que "en solo siete meses" el nuevo gobierno provincial resolvió el "auténtico destrozo" de las Pousadas de O Salnés el "proyecto estrella" de Rafael Louzán, anterior presidente de la administración provincial, quien fue "incapaz de llevarlo adelante" desde 2009, a pesar de los reiterados anuncios para su apertura, primero en Semana Santa de 2015 y después en verano, sin que se hubiese producido en ninguna de las dos fechas.
Desde su toma de posesión el 24 de julio de 2015 el gobierno de Carmela Silva tuvo que adoptar una serie de "decisiones de urgencia" ante el "total abandono que sufría el proyecto" ya que las cuatro Pousadas no tenían licencia ni de primera ocupación, ni de actividad. Las cuatro carecían también de vigilancia y de seguridad y habían agotado el presupuesto para el suministro eléctrico.
Hay que recordar que los edificios de las cuatro Pousadas de O Salnés: Armenteira, A Lanzada, Ribadumia y Meaño, estaban finalizados desde 2012, hace cuatro años.
Aun así, las Pousadas no se habían entregado a la empresa concesionaria que no firmó un programa de explotación de las mismas, ni las actas de inicio de puesta en funcionamiento. De hecho, la propia empresa adjudicataria puso de manifiesto que los inmuebles no podían ser recibidos "debido a sus múltiples deficiencias". Su recurso de 10 de agosto confirmaba que los inmuebles "no estaban en condiciones para la entrega".
"SITUACIÓN DE ABANDONO"
En el caso de la Pousada de Meaño ni siquiera se había dado de alta el consumo eléctrico y precisaba de un transformador. Del crédito disponible en el proyecto Pousadas quedaban sólo 861 euros y el gobierno provincial tuvo que pedir un préstamo para abonar las facturas eléctricas porque el suministro "corría peligro".
El presupuesto inicial casi se triplicó y la aportación de la Deputación se multiplicó por 5
"Ante semejante situación de abandono", el nuevo gobierno provincial creó un grupo de trabajo con la empresa concesionaria para hacer un diagnóstico real de la situación a fin de ir solucionando las deficiencias.
Desde entonces, y "en poco más de dos meses" se contrató el seguro para las instalaciones por importe de 11.000 euros, se pagaron las facturas eléctricas de más de 6.000 euros, se dotó a la Pousada de Meaño de un transformador eléctrico, se contrató la vigilancia de los cuatro edificios por 30.000 euros y se agilizó la concesión de las licencias de ocupación y turísticas.
Armenteira tiene licencia, en Ribadumia se pagaron las tasas (31.000 euros) y en A Lanzada se completó la documentación solicitada por el Ayuntamiento para finalizar su tramitación.
"Es decir, en poco más de dos meses se hizo más trabajo que en los seis años anteriores de Louzán, para intentar solucionar un problema creado, aparcado, mal gestionado y ruinoso", afirmaron desde el gobierno bipartito.
El presupuesto inicial de las Pousadas de O Salnés era de 9 millones de euros, de los que más de seis millones y medio vinieron de fondos europeos. Cuando llega el gobierno PSdeG-BNG en julio de 2015, la Deputación de Pontevedra llevaba gastados más de 20 millones: 20.118.279 euros. El presupuesto inicial casi se triplicó y la aportación de la Deputación se multiplicó por 5, aun más en el momento actual por los pagos pendientes que se tuvieron que hacer.