Los furanchos pontevedreses abrirán tres meses entre marzo y junio y sólo podrán servir cinco tapas
Por Alejandro Espiño
La ordenanza reguladora de la actividad de furanchos y loureiros de Pontevedra saldrá adelante con el consenso de todas las fuerzas políticas de la corporación municipal. Después de consensuarla con los furancheiros, la Comisión de Urbanismo aprobó un documento que, tras la entrada en vigor del decreto aprobado por la Xunta a finales del año pasado, convertirá a Pontevedra en la primera ciudad gallega que regula la actividad de estos establecimientos.
El concejal de Urbanismo, Antón Louro, destacó que la nueva ordenanza es un texto sencillo que delimita con claridad qué se considera como furancho y el ámbito de su actividad. Un texto que apunta, en consonancia con la Ley de Turismo gallega, los límites de las prácticas que pueden dar lugar al intrusismo profesional con el resto de los negocios del campo de la hostelería.
El plazo de la temporada de actividad será desde el 1 de marzo al 31 junio. Cada local podrá abrir un máximo de tres meses. Se incluye también un listado conjunto de tapas que se servirán en los furanchos (tabla de embutidos-quesos, oreja-chorizos, zorza-raxo, tortilla de patatas y empanada/empanadillas). El horario será de 17.00 a 00.00 horas de lunes a viernes y de 12.00 a 01.00 horas en fines de semana y vísperas de festivo.
Se crea además el Registro Municipal de Furanchos de Pontevedra, en el que los establecimientos furancheiros tendrán que inscribirse obrigatoriamente para obtener el permiso de actividad, que será concedida por la Xunta de Goberno Local de Pontevedra una vez analizada la declaración responsable y toda la documentación presentada por el solicitante.
Los establecimientos furancheiros, que sólo se permitirán en las zonas rurales de Pontevedra, tendrán además prohibida la señalización del furancho a través de cualquier panel o indicativo que no sea una hoja de loureiro, tal y como establece la normativa. El vino que se venda tendrá que ser recolectado en el término municipal de Pontevedra o en su comarca.
Con la nueva ordenanza nace también el distintivo "Furanchos de Pontevedra", que servirá para garantizar al cliente la legalidad de los furanchos y su control de calidad. El distintivo, que tendrá que estar siempre colocado en lugar visible del establecimiento, será la garantía legal de actividad y tendrá obligatoriamente que ser renovado anualmente.
Además, la nueva ordenanza obliga a los establecimientos furancheiros a regularizar su actividad y adaptarla a la legislación vigente en materia urbanística, de prevención de riesgos y sanitaria, así como a las normativas sectoriales gallegas. Aparte, el establecimiento deberá disponer de una póliza de responsabilidad civil que garantice los posibles daños o problemas derivados de su actividad hasta un importe de 90.000 euros.
Antón Louro tiene intención de llevar la ordenanza al Pleno de este mes con objeto de proceder a su aprobación inicial. A partir de ahí se expondrá al público durante un mes y, tras la resolución de las alegaciones, volverá al Pleno para su aprobación definitiva. Entrará en vigor una vez publicada en el Boletín Oficial de la Provincia. El teniente de alcalde aguarda que el proceso esté rematado esta primavera o a principios del verano. Hasta entonces, los furanchos deberán regirse por la normativa autonómica.
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