Se enfrenta a una multa de sólo 180 euros por pasear una perra ahogándola con una correa
Por Natalia Puga
El comportamiento del vecino de Pontevedra I.L.G. al pasear a su perra, supuestamente ahogándola con una correa con un nudo corredizo y arrastrándola sobre un costado, puede quedar en una multa de tan sólo 180 euros. La Fiscalía solicita para el acusado una multa de 30 días a razón de seis euros diarios como autor de una falta de maltrato animal. Pide la misma pena para su suegra y propietaria de la perra, C.T.O., acusada del abandono del animal.
Ambos acusados fueron sometidos a un juicio rápido en el Juzgado de Instrucción número 2 de Pontevedra en el que acudieron sin abogado defensor y se enfrentaron a la acusación no sólo de la Fiscalía, sino también de la protectora de animales Os Palleiros. El abogado de esta entidad les considera responsables de las mismas faltas que relata el fiscal, pero eleva la petición de condena a 600 euros, una multa de 60 días a razón de 10 euros diarios.
Acusación particular y Ministerio Público solicitaron al juez que los acusados también asuman los gastos que sostienen que ocasionaron con su comportamiento, pues la perra fue trasladada a la protectora y derivada a una veterinaria para ser atendida de las heridas y del mal estado de salud que sufría. La especialista que la atendió emitió dos facturas, por importe de 509,2 y 64 euros, pero señaló que el animal aún no está curado, de forma que el montante de los gastos veterinarios puede verse incrementado en los próximos días.
Tenía una "infestación alarmante de pulgas" que le provocó una "anemia brutal"
El informe de la veterinaria es la principal prueba a la que se agarran las acusaciones contra I.LG. y C.T.O. La especialista relató en la sala que cuando la perra llegó a su clínica "venía en estado crítico", en "condiciones higiénico-sanitarias deplorables" y con una "anemia brutal" debido a la "infestación alarmante de pulgas" que presentaba y que obligó a que se le hiciese una trasfusión de sangre.
La veterinaria respondió a preguntas del abogado de Os Palleiros que la perra, tal y como estaba, "sí" podría suponer un problema de salud pública y que llegó a la clínica "casi inconsciente" debido a la forma en la que la transportaba el acusado I.L.G., "arrastrándola por la calle con una correa de estrangulamiento y sin collar". Añadió que debido a la anemia que sufría "se habría muerto en unos días" si no llega a ser atendida.
En relación con la infestación de pulgas que presentaba, aseguró que "la estaban desangrando", un dato que, unido a los niveles de anemia y las costras que presentaba, indican que "llevaba como mínimo cuatro o cinco semanas" afectada. El animal también tenía el hígado afectado y tras recibir la atención veterinaria, "ha mejorado". De todas formas, señala que su pronóstico "es reservado".
Tanto la Policía Local como Os Palleiros y la veterinaria aseguraron en el juzgado que había una relación directa entre el trato que los dos acusados daban a la perra, una Yorkshire Terrier, y la situación en la que se encontraba cuando la Policia Local sorprendió a I.L.G. paseando a la perra en el cruce entre la calle Estación y la avenida de Vigo y, minutos más tarde, a C.T.O. asegurando que era la dueña del animal. Sin embargo, ambos sostuvieron su inocencia y que tratan al animal "como si fuese mi hijo o mi hija".
I.L.G. explicó que tiene dos perros en su piso, a los que ha unido el cuidado de dos perros más de su suegra y, en los últimos días, la Yorkshire Terrier en cuestión, y puso tal circunstancia como ejemplo de que sabe cuidar a estos animales. Aseguró, además, que la perra no llevaba cuatro o cinco semanas con pulgas como aseguró el la veterinaria, sino que podría tener más pulgas porque llevaba unos días conviviendo con sus otras mascotas.
Al respecto, la dueña del animal indicó que le había aplicado varios productos para desparasitarla y que, en el momento en el que la Policía Local dio el alto a su yerno, éste se dirigía al veterinario para que le buscase una solución a la plaga de pulgas. La mujer, que tuvo que interrumpir su declaración porque le saltaron las lágrimas, añadió que "en ningún momento vi malos tratos haca la perra" por parte del otro acusado y que ella no abandonó a la perra, como sostienen las acusaciones, sino que le echaba spray antipulgas, la bañaba y le cortaba el pelo a diario.