La nueva subdelegada del Gobierno en Pontevedra conoce perfectamente la administración pública. Lleva más de veinte años trabajando en la Xunta de Galicia.
Fue subdirectora xeral de Familia en Santiago, secretaria provincial de Educación en Ourense, durante ocho años secretaria provincial de Agricultura en Pontevedra, otros tres años estuvo en Vigo en la Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita y de letrada en el SMAC - Servicio de Mediación Arbitraje y Conciliación-, y en estos ocho últimos ha encabezado la Secretaría de la Delegación Territorial de la Xunta en Pontevedra.
Un par de semanas antes de su nombramiento -el 1 de febrero-, tuvo conocimiento de la propuesta. La noticia le supuso a Ana Ortiz"una enorme responsabilidad, un poco de miedo escénico y al tiempo mucha ilusión y orgullo" por ser la persona en quien decae la designación, afirma en este Cara a cara de PontevedraViva Radio. Una circunstancia añadida que le acompaña también ahora es ser la primera mujer con este cargo en la provincia de Pontevedra. Algo que debería ser eso, circunstancial, y no cosustancial para valorar su trayectoria en la Subdelegación.
Se puede afirmar que lo suyo es la gestión, aunque cuando le ha tocado "salir a escena" es resuelta y desenvuelta. Sabe conformar y dirigir equipos de trabajo, lo cual conlleva unas cualidades que le pueden resultar muy útiles en sus recientes funciones. Acostumbrada también a escuchar demandas y reivindicaciones, será otra de las lides más o menos frecuentes en esta representación del Gobierno. Y otro elemento a su favor: estos ocho años recorriendo la provincia le confieren un buen conocimiento de la misma.
Estas semanas serán de mucha entrevista de cortesía, de ir ajustándose al nuevo espacio administrativo, pero en su toma de posesión ya avanzó tres prioridades: atajar la violencia machista, algo que le resulta más preocupante si cabe entre la población más joven; y reducir la delicuencia y la siniestralidad en las carreteras.