La peatonalización del puente del Burgo será una realidad en 2018
Por Alejandro Espiño
Cerca de dos millones de euros. Es la inversión que realizará el Concello de Pontevedra para peatonalizar el puente del Burgo y convertir todo su entorno en una gran plaza pública. Es, según Luis Bará, una actuación "central" para este mandato y que permitirá recuperar este ámbito histórico y emblemático de la ciudad.
El proyecto propone actuar sobre una superficie estimada de 6.758 metros cuadrados, ya que además del propio puente se incluyen los entronques con Valentín García Escudero en la cabecera sur y con Domingo Fontán y Juan Manuel Pintos en la parte norte.
El gobierno municipal peatonalizará el puente del Burgo creando una plataforma única, elevando la calzada a la altura de las aceras y habilitando un pavimento continuo a base de losas de piedra de gran tamaño. "Vai a cambiar completamente a distribución de espazos", adelantó Bará, al homogeneizar el aspecto de los once metros de ancho del puente.
Además, se renovará toda la iluminación del puente. Se colocarán puntos de luz en el suelo, señalando el recorrido del Camino Portugués a Santiago e iluminando hacia arriba. En la barandilla lateral, que será cambiada por una nueva estructura metálica y galvanizada, también habrá luz, al igual que en los arcos del puente, que tendrán una iluminación artística.
Se retirarán todas las farolas en altura para, según el edil del BNG, evitar elementos que "disturben" la imagen del puente.
En la conexión con Valentín García Escudero, la intención es crear un gran paso de peatones elevado, similar al que existe ante la Audiencia de Pontevedra, que sirva de continuidad entre los dos espacios.
Por su parte, más ambiciosa será la actuación en el cruce con Domingo Fontán y Juan Manuel Pintos. Se eliminará la rotonda actual, si bien se mantendrán los dos carriles de circulación. En el resto del espacio se pretende crear una gran plaza pública que tendrá plataforma única y contará con el mobiliario urbano correspondiente.
El elemento principal de todo este ámbito serán los árboles, ya que tras revisar fotos antiguas de esta zona, se comprobó que era un área arbolada, aspecto que el Concello quiere recuperar con esta actuación. La idea es que todo este entorno pueda ser aprovechado, entre otras cuestiones, para actividades al aire libre.
El proyecto presentado incluye también aprovechar el espacio que dejaría libre la gasolinera cuando, en 2018, venza su actual concesión de Costas. Por ahora, según ha reconocido Bará, no se ha efectuado contacto alguno con sus propietarios.
Los terrenos se incorporarían a este espacio peatonalizado en una fase posterior, junto con la parcela que actualmente ocupa el aparcamiento disuasorio situado enfrente del pabellón municipal, también propiedad de Costas, organismo que, según el Concello, ha dado el visto bueno a esta actuación, al igual que Patrimonio de la Xunta.
Las obras serán licitadas este año y tendrán un plazo de ejecución de doce meses, por lo que el gobierno municipal espera que estén rematadas en 2018. El Concello quiere financiar esta actuación con fondos europeos pero, si no es aprobada por la comisión evaluadora, se ejecutará con cargo a las arcas municipales.
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