Pontevedra se une este 8 de marzo para conmemorar "la lucha diaria por la igualdad"
Por Alejandro Espiño
Pontevedra se sumó, como cada año, a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Pero de esta vez lo hace desde una perspectiva totalmente diferente. Además de utilizar la cultura como elemento reivindicativo en gran parte de sus actos, el tradicional manifiesto en defensa de los derechos de las mujeres fue redactado por los niños y niñas de los siete institutos que participaron en el Club de Debate.
En un acto celebrado en la "oficiosa" Plaza 8 de marzo, en el cruce entre las calles Daniel de la Sota y Peregrina, fueron varios de estos alumnos los que procedieron a la lectura del manifiesto. Ante la atenta mirada de medio ciento de asistentes, hicieron un rápido repaso histórico alrededor de esta fecha y destacaron varias figuras femeninas que lucharon por la igualdad de ambos géneros y por la defensa de los derechos de la mujer.
El resto del manifiesto, centrado en las reivindicaciones actuales, es el siguiente:
Sería muy importante superar los desequilibrios sociales y conseguir un grado total de igualdad. Ese debe ser el propósito para un futuro en el que a todas las personas, mujeres y hombres, se les valore del mismo modo y se acaben las discriminacións salariales, a pesar de desarrollar los mismos trabajos. Se deben superar todo tipo de perjuicios de cara a las mujeres a la hora de acceder a un puesto de trabajo y que ciertos condicionantes como ser madre, de una vez por todas no sea un impedimento para conservar u obtener un puesto de trabajo.
En la actualidad los medios de comunicación continúan ofreciéndonos una visión discriminatoria y sexista de la mujer. A menudo se yerguen a nuestro alrededor ejemplos de desigualdad, estereotipos y conductas machistas. En la publicidad se emplea una imagen de la mujer basada en papeles tradicionales y en los medios está muy presente la percepción de esta como un objeto sexual. Además las profesionales del ámbito de las comunicaciones son a menudo valoradas por su físico y no por sus capacidades.
Existen muchos casos de discriminación en la televisión, periódicos o Internet que potencian la difusión de actitudes tremendamente sexistas. Nosotros somos una juventud consciente de la gran capacidad de influencia que tienen estos medios. Denunciamos así la importancia de corregir la visión que ofrecen de la mujer para que en el futuro contribuyan a afianzar los principios de igualdad que deseamos para nuestra sociedad.
En la sociedad actual la mujer, en principio, desarrolla un papel igual que el del hombre, porque supuestamente, después de muchos años de marginación, la mujer y el hombre, salvando las diferencias físicas, son iguales en todos los aspectos. Desgraciadamente aún sigue existiendo gente que considera las mujeres inferiores a los hombres desde una perspectiva social.
Queremos que se nos escuche. Las mujeres son también parte de la sociedad, además no queremos convivir con esta situación de discriminación ni un día más. Si los novios no sólo lo son el 14 de febrero, los derechos de la mujer no sólo deben ser reivindicados el 8 de marzo. Debe ser una lucha diaria por la igualdad.
No es cierto que las desigualdades entre las mujeres y los hombres estén borradas. No es cierto que vivamos en un estado de igualdad, cuando a las mujeres se les permite el cuidado de sus hijos y los hombres tienen menos facilidad para coger una baja por parternidad. Si no ponemos a la misma altura las posibilidades del hombre y de la mujer, estamos entonces dando una imagen de la mujer que es de trabajar en la casa y sólo en la familia. Llegados al siglo XXI, ¿no debería haber una imagen de la madre y del padre, de hecho externo (no referida a la diferencia entre una madre y un padre para los hijos), igualitaria?
Si pensamos en nuestras ancestras y vemos las posibilidades que tenemos las mujeres hoy en día, observamos que en un corto espacio de tiempo las cosas cambiaron mucho. Sin embargo, aún queda mucho por hacer. A nuestro alrededor seguimos viendo casos de mujeres que sufren todo tipo de discriminaciones, mucho más en países que no nos son tan lejanos.
Esperamos que en un futuro, que debe ser cada vez más próximo, con el esfuerzo de todas y todos, consigamos que las mujeres de todo el mundo tengan plenos derechos y libertades: acceso a la educación, igualdad laboral y salarial, independencia económica, etc. pero, esperamos que, por encima de todo, las personas sean consideradas como tales, independentemente de su sexo.
La conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora contó también con la representación en el Teatro Principal de la obra Mariacastaña, por parte del grupo de teatro aficionado Avelaíña y se completará mañana con la propuesta de Teatro Chévere. Sus actrices representarán escenas cotidianas relacionadas con la violencia sobre la mujer. Será con pequeñas piezas de unos 15 minutos en las que el escenario serán escaparates de la ciudad.