Es sabido que el primer presidente de la democracia española, Adolfo Suárez, pasaba temporadas estivales en La Atlántida en O Grove. Quizá no tanto, que a Suárez no le acababa de convencer la pista de tenis y que por eso, probó a jugar en la residencia de verano de los Domínguez Vaz. El joven traumatólogo Rafael, le retó a un partido que ganó el "tenista local" por 6-2, 6-3. El presidente le instó a una revancha en Moncloa. Y todo estaba listo para reiniciar los marcadores. ¿Por qué ese partido nunca se pudo jugar? Se lo narra el protagonista a Anxo Lourido en este Cara a cara de PontevedraViva Radio.
Una entrevista con motivo de su regreso al ejercicio de la Medicina, y concretamente a la Traumatología en el Hospital Quirónsalud Miguel Domínguez. Definirlo como pionero de las artroscopias en Galicia, no es más que constatar unos hechos. Y si se constatan cifras, más que quince mil rodillas - con permiso de los pacientes -, han pasado por su consulta. A los que pasarán, pregunten, no hay por qué quedarse con dudas sobre una dolencia: informar detalladamente también es parte de la llamada calidad asistencial. Y ésta, es una de las razones de su vuelta.