El parque forestal de A Fracha impulsará plantar 11.000 árboles y eliminar 160.000 acacias
Por Natalia Puga
El proyecto del nuevo parque forestal periurbano de A Fracha, que abarcará terrenos de las parroquias de Marcón, Tomeza y A Canicouva, tendrá una superficie total de 407 hectáreas y supondrá la plantación de alrededor de 11.000 árboles y la eliminación de 160.000 acacias.
El concejal de Montes, Demetrio Gómez, dio a conocer los detalles este miércoles tras participar en la constitución de la comisión de seguimiento del parque, en la que estuvieron el redactor del proyecto recién entregado, Javier Centeno, y representantes de las comunidades de montes implicadas. Cabe recordar que los comuneros de Tomeza, A Canicouva y Marcón formalizaron hace escasas semanas la cesión al Concello de Pontevedra de cerca de 150 hectáreas de terreno comunal para hacer realidad este parque.
El proyecto tendrá finalmente un presupuesto total de 2,7 millones de euros, de los que 604.000 serán de inversión real realizada para la puesta en marcha del parque forestal y el resto se dedicará al mantenimiento del área, con una inversión de 60.0000 euros anuales durante los 35 años en los que será efectivo.
El parque es, para Demetrio Gómez, un ejemplo de la política forestal que deberían hacer todas las administraciones públicas y en la que Pontevedra sigue marcando el ritmo, como ya hizo hace una década con el proyecto Monte Vivo. La idea es colaborar con los comuneros, esto es, los propietarios del monte, para la gestión de los terrenos, para promover un uso lúdico y un aprovechamiento forestal de los mismos.
El proyecto incluye la generación de nueva masa forestal, con la plantación de 6.500 árboles, fundamentalmente robles, para aprovechamiento y explotación forestal por parte de los comuneros de A Canicouva, Tomeza y Marcón, que quedarán vallados para impedir la entrada del ganado.
Otra pata del plan es la eliminación de especies invasoras y su sustitución por otras autóctonas. En total, se eliminarán 160.000 acacias, una especie invasora que hay que retirar una a una y cuyo trabajo durará unos tres años, y se sustituirán por unos 4.500 árboles de especies como castaños, alisos y fresnos.
El proyecto, con un plazo de ejecución de doce meses, tendrá esa vertiente productiva y otra más lúdica que permitirá generar un total de 26,6 kilómetros de senderos marcados por todo el parque, cinco sendas para caminar y dos para su recorrido en bicicleta, así como tres áreas de ocio y la plantación de unos 500 nuevos árboles pensados para que doten de sombra con rapidez los espacios generados para el disfrute ciudadano, entre ellos, castaños, robles, abedules y catalbas.
El proyecto, pensado para generar espacios naturales para el desarrollo de actividades de ocio y tiempo libre compatibles con otros de aprovechamiento forestal y productivo del monte por parte de los comuneros supone también un recurso para la lucha contra los incendios forestales. El objetivo es poder empezar el proceso de contratación cuanto antes y empezar a ejecutarlo antes de que termine este año 2017.
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