Vázquez Taín: "La pregunta es: cuántos medios habían publicado abiertamente en 2001 que Marcial Dorado era narcotraficante"
Por Mónica Patxot & Natalia Puga
A principios del siglo XXI, y durante seis años fue juez en Vilagarcía de Arousa y se convirtió en la pesadilla de narcotraficantes como Nené Barral o Sito Miñanco. En 2012 volvió copar los titulares de los periódicos porque su juzgado de Santiago de Compostela llevó la investigación del robo del Códice Calixtino. Después vino la publicacion de su primera novela, Santiago. La leyenda del santo oculto, y cuando ya pocos pensaban que el narcotráfico llevaría de nuevo al juez José Antonio Vázquez Taín a las portadas, El Pais publicó unas fotos del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y uno de los 'narcos' a los que él investigó hace más de una década. Salió a defender el trabajo de su Juzgado y de la Policía en aquella época y volvió a convertirse en foco mediático hasta tal punto que la actualidad llega a dejar a un lado el motivo real de su visita a Pontevedra este viernes 6 de abril, la firma de ejemplares de su libro en la librería Baroja de la calle Palamios.
Sé que usted viene aquí a hablar de su libro, pero la actualidad manda y usted ha salido estos días a hacer unas declaraciones sobre las fotos de Feijóo y Marcial Dorado (interrumpe)
No, yo salí a hacer unas declaraciones sobre nuestro trabajo.
¿Por qué usted?
Porque es lógico, lo que no va a salir es la Policía ni pueden salir los funcionarios del juzgado. Tratábamos de dejar claro dos extremos, luego cada uno que lo interprete como quiera. Yo considero que la política es así y además lo respeto muchísimo, por eso no voy a decir nada más de este tema. Simplemente porque creo cuanto más se diga peor es. Es decir, simplemente traté de dejar de dejar claras dos cuestiones. En el juzgado hicimos nuestro trabajo, lo hicimos bien, hicimos una investigación, podrán considerarla mejor o peor, allá ellos con lo que sea... Dentro de esta investigación hay una circunstancia y lo que tratamos de dejar claro es: fuimos profesionales en todo. Y que se nos respete como profesionales en el sentido de que si vimos unas fotos que no eran relevantes, no eran relevantes. Que nadie diga: se las llevaron, las filtraron ellos. Es lo único que traté de parar. Dicho esto, nada más, porque cualquier cosa que diga cada uno la interpreta en el sentido de: si el juez dijo tal significa cual. No, miren, si quieren, voy allí, me siento delante de ellos y a micrófono desnudo empezamos a hablar de todo lo que ví durante 15 años. Ahora, si quieren que hablemos de lo que ví durante 15 años, me parece totalmente irrelevante. Ellos lo saben mejor que yo. Simplemente, quería dejar claro estas cosas y el resto es el debate político que tienen que producir ellos. Yo ahí sí que no me voy a meter.
Sin embargo, ha salido. Cuando podría haber salido, quizás, la Policía
¿Qué policía va a salir? Así como en su momento yo asumía la dirección de la investigación, soy yo el que tiene que asumir la responsabilidad de una investigación. Es decir, no va a salir la Policía allí. Además, ¿cuál de ellos? Es una absurdez preguntarse por qué salí o dejé de salir. Simplemente, se trataba de clarificar dos extremos. Clarificados los cuales, las palabras están ahí y que cada uno los interprete como mejor le venga. Aparte, que yo creo que vivimos en un país de gente madura y que cada uno las valore, que cada uno piense por si mismo, que no le digan lo que tiene que pensar. Que no le digan: si el juez ha dicho esto, usted piense lo contrario. Somos un país de gente suficientemente inteligente.
Es una absurdez preguntarse por qué salí o dejé de salir. Las palabras están ahí y que cada uno los interprete como mejor le venga
Igual que se ha cuestionado que haya hecho estas declaraciones, cuando publicó esta novela, Santiago. La leyenda del santo oculto, se le acusó de oportunismo porque había sido el instructor de la causa por el robo del Códice Calixtino y el libro salió al poco tiempo de la detención de Manuel Fernández Castiñeiras.
Esta crítica inicial yo ya la esperaba cuando empecé a escribir el libro. Sabía que se iba a producir la crítica porque uno puede ser idealista u optimista, pero lo que tiene que ser es realista y después de lo que he vivido soy una persona con los pies en la tierra porque me juego muchas veces el cuello. Esa crítica sabía que iba a surgir, pero la sopesé con la finalidad que trataba de conseguir este libro. Este es un libro que lleva 13 años de maduración. El 13 es un número que se repite muchísimo en este libro, no sólo en la fecha en la que está ambientado, en el año 813, sino también en muchas cuestiones. Es un libro que tardó 13 años en ver la luz, desde el 99 hasta el 2012. Es un libro muy documentado, muy madurado y simplemente no tuvo momento para salir antes. Si uno ve el trabajo en Vilagarcía, ya me diréis cuándo pude escribir un libro. Si uno ve el trabajo en Mataró, os podéis imaginar que estando tan lejos Pero allí sí empecé a madurar mucho más algunos de los aspectos de este libro, a documentarme algunas cuestiones. Pero la primera letra es después de finalizar el robo del Códice.
¿Con qué objetivo ha escrito este libro?
La motivación esencial de este libro es dar a conocer a los gallegos algo de lo que todos somos ignorantes. Ya para empezar demostrarles y descubrirles que lo que se descubrió no fue una tumba, sino un pequeño templo. ¿Cómo es posible que los gallegos hablemos del Xacobeo, tengamos instituciones en Santiago que se llaman campus estelae ignorando que el nombre de Compostela viene de compositum tellos? ¿Cómo es posible que algo que nos representa a nosotros mismos los gallegos seamos los principales ignorantes? Es como si uno va a Italia y no supieran que su cultura deriva de la cultura romana, uno pensaría que son unos auténticos ignorantes. Yo en este libro lo que traté de reflejar o descubrir a los gallegos es una magnífica historia de que hace 1.200 años éramos un pueblo en donde la mezcla de la cultura románica con la suévica nos había hecho quizás el pueblo más culto de Hispania. Teníamos una estabilidad que el resto de la península hispánica no tenía. Quise descubrir a los gallegos que el mito de Santiago no es un mito tan inventado, es un mito que tiene unas raíces maravillosas, que descubrirlo es bonito. Y además es un mito que nos representa en el mundo y no nos sentimos lo suficientemente orgulloso. ¿Cómo es posible que en el año 2013, que se cumplen 1.200 años del descubrimiento de este tempo, el resto del mundo lo único que sepa de nosotros es que un electricista ha podido robar un Códice porque determinado cura se llevaba bien con otro? ¿Qué imagen queremos dar de nosotros?
"¿Mi libro fue oportunismo? No, necesidad. Necesidad de que empecemos a hablar de cosas buenas de Galicia"
Esa imagen la damos nosotros.
El que quiera dar esa imagen, que la de y el que quiera ver cómo se tira alguien al agua, que lo vea o el que quiera ve cómo se hace Gran Hermano, me da igual. Yo no reivindico los mass media o los trendic topic, reivindico la celulosa. Contarle que somos importantes en determinados momentos de la historia, lo que ocurre es que nos sentimos siempre segundos. Quiero tratar de reivindicar un poco el orgullo gallego y mostrarle al mundo una novela en donde la ambientación histórica es muy rigurosa, los nombres de los personales son reales, todas las ubicaciones son reales, todas las ideologías son reales, las fechas son reales. Lo único que me inventé una trama. Pero la documentación es muy real para que la gente conociera a través de una trama que es muy digestiva, fácil de leer, muy atrayente un poquito nuestra historia porque si no la conoces no la puedes defender. Después cada uno que haga lo que quiera, pero por lo menos que la conozcan. ¿Oportunismo? No, necesidad. Necesidad de que empecemos a hablar de cosas buenas de Galicia.
Por cómo habla usted de su novela, parece más fantasioso el robo del Códice que su libro. Parece más real lo que escribe y más fantasioso lo que ha investigado.
Yo llevo 15 años de juez. Claro que plasmo la experiencia de 15 años de juez, pero no sobre el robo del Códice Calixtino porque en cierto moodo no es necesario. Me parece tan triste Uno puede hablar cinco novelas de Santiago de Compostela y no necesitar mencionar el Códice Calixtino. ¿Qué trato de hacer aquí? Que cualquiera que la lea, al acabar, diga: quiero hacer el Camino. Reflejo el Camino de Santiago, reflejo la Catedral, el ámbito estudiantil, el ámbito turístico porque al final es una ciudad que aunque nos llenemos la boca al hablar de ella ignoramos muchos rincones de ella, ignoramos su magia. Cualquiera que haya hecho el Camino verá lo que es descubrirse a sí mismo. Es un fenómeno que ya no es religioso exclusivamente, es un fenómeno que nos ha superado, por eso la necesidad de escribir esta novela, porque creía que había muchas cosas que contar y que recordar para empezar a hablar de cosas positivas. ¿Queremos construir algo? Pues busquemos algo en donde fundar lo que queremos construir. Destruir es muy fácil.
En estos 15 años como juez ha pasado por etapas como la de Vilagarcía, en la que se convirtió en la pesadilla de los narcotraficantes. ¿Usted qué es lo que más recuerda, lo que recuerda con más cariño?
Cada uno por su propia personalidad enfoca su trabajo. A mí me gusta el trabajo a pie de puerta por estar en contacto con la gente. El atender a las necesidades de luchar contra una lacra como el narcotráfico es bonito, pero también es bonito solucionar los problemas de una persona que se lleva mal con el vecino, de un padre que no se entiende con su esposa en el régimen de visitas Todas esas pequeñas debilidades humanas, cuando uno las consigue solucionar es la satisfacción. Lo importante es mirar a la cara de una persona y ver que estás haciendo un servicio. El momento de Vilagarcía es intenso. Recuperar el Códice es intenso en el aspecto del momento, pero no es lo que te llena. Cuando llegas a casa y te sientas en el entorno de tu familia lo que te llena es saber que hay un montón de personas que cuando te cruzas por la calle te diga: gracias porque usted me ha solucionado el problema. Es lo que te llena como persona. Como profesional, depende de las ambiciones. Como yo nunca he tenido ambiciones
Lo que seguro que nunca pensó es que de esa etapa en Vilagarcía le volvería tanto tiempo después, como ahora con las fotos (interrumpe)
Sí lo pensé. Lo pensé siempre porque es una etapa muy compleja. También porque los gallegos no somos muy conscientes de lo que significó el contrabando, el tráfico de estupefacientes en nuestra era moderna .Pero creo que también es una etapa que tenemos que empezar a superar. Es una etapa que se puede eliminar. Policialmente, tenemos la mejor Policía del mundo, de eso estoy convencido. De aquella etapa recuerdo tener reuniones con la DEA en las que la DEA venía a aprender. Ahora, cuando uno lleva una vida más o menos normal, que venga el pasado no molesta, yo estoy muy tranquilo.
"Que nadie cuestione que el trabajo de mi juzgado y de la policía fue muy honrado, muy limpio, muy transparente. El pasado es pasado"
¿Y a Feijóo que haya venido su pasado? ¿Le ha dejado intranquilo?
No lo sé. Eso son cuestiones de ellos. Yo en ese debate no me quiero meter por el hecho de que cada uno va a interpretarlo en el sentido político cortoplacista que más le convenga. Y lo respeto. Es su juego. Los que estudiamos Derecho estudiamos política y política es una ciencia que surge en Grecia y luego se desarrolla más en Roma que era la ciencia que te permite alcanzar el poder. Eso es política. Y todo es lícito. El fascismo es política. Cualquier método que te permita llegar al poder es política. Yo entiendo que ellos tengan ese debate de que lo que no consigo de otra manera voy a intentar conseguirlo Y eso es una cuestión que yo ahí no voy a entrar. Yo en lo que voy a entrar es en que nadie cuestione que el trabajo tanto de mi juzgado como de la policía que trabajó conmigo fue muy honrado, muy limpio, muy transparente. El pasado es pasado.
¿Y entrar en que Feijóo no sabía a qué se dedicaba Marcial Dorado?
Es que la pregunta no es justa. La pregunta siempre lleva a una respuesta. Y, volviendo al libro, le preguntaron al deán: ¿Cree usted oportuno que el señor Vázquez Taín saque un libro en el que se hable de la guerra entre sotanas? Y dijo él, no. Me estás haciendo una pregunta que no es así, que yo te la devolvería. La pregunta es cuántos medios de comunicación habían publicado abiertamente en el año 2001, que fue cuando yo empecé la investigación, que el señor Marcial Dorado era un narcotraficante. Pero yo no quiero volver a hablar de este tema., yo no tengo nada más que decir.
¿Cómo prefiere que le recuerden? ¿Cómo un juez que fue pesadilla de los narcotraficantes o como la persona que escribió Santiago. La leyenda del santo oculto?
Lo único que me importa es que mi hijo me recuerde y esté lo suficientemente orgulloso como para ponerle a su hijo mi nombre igual que yo le puse a él el de mi padre. El resto me da exactamente igual.
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