"Con la velutina vamos a poder, pero hay que cambiar la consciencia que tenemos, no es un problema apícola, sino medioambiental. Si no hubiese abejas desaparecerían las tres cuartas partes de los productos que comemos. El papel de las abejas en el equilibrio ecológico es fundamental. Por tanto la avispa velutina es un problema de todos y las administraciones tienen los medios para poder enfrentarse a ellas". Es el mensaje que deja en el Cara a cara de PontevedraViva Radio Laura García Sáez, asesora jurídica de la Asociación Galega de Apicultura y una de las portavoces de la Plataforma Stop Velutina.
Desde 2012 en que se detectó su presencia en Galicia a hoy se ha extendido al 70% del territorio, con un crecimiento exponencial muy grande. Es un insecto con una adaptabilidad muy buena. "El calentamiento global y la falta de previsión hizo de caldo de cultivo y ahora hay que aplicar herramientas que permitan convivir con la velutina porque la erradicación ya no es posible", afirma.
La Plataforma Stop Velutina surgió en abril impulsada por la Asociación Galega de Apicultura y el Sindicato Labrego Galego. Sus objetivos atañen a la prevención, investigación, visibilización de los sectores afectados y demandar ayudas a éstos. Han contactado con Administraciones, universidades, comunidades de montes y organizaciones sectoriales. Actualmente son alrededor de medio centenar las entidades que se han sumado a la Plataforma.
"La tarea preventiva es una tarea pendiente en la administración gallega. Pasa por hacer un buen trampeo primaveral, es decir a atrapar a las reinas fundadoras que evitará en verano un nido con 15 o 20 mil velutinas. Si el trampeo queda de mano de un sector como el apicultor no es suficiente, tiene que ser masivo en todos los concellos", insta esta técnica.
La investigación es otra herramienta necesaria. "Si no hay dinero para financiar investigación en entidades públicas como las universidades, llegarán industrias que con un medicamento lo erradiquen y costará mucho dinero", advierte. Según añade las universidades gallegas están Investigando líneas biológicas con feromonas y hongos que sirvan para frenar el avance de las velutinas sin efectos nocivos.
La apicultura es uno de los sectores afectados pero no el único, muchos frutales están en la misma tesitura. Laura García avanza que está pendiente de recibir noticias del sector vitícola que reflejen las pérdidas por este problemas, "en Lugo ha habido cosechas totalmente destruídas". Tras los últimos incendios además muchos apicultores han perdido sus colmenas y de igual forma se ha perdido la floración del entorno. "Si las abejas no tienen flores para pasar el invierno van a ser una presa muy débil para las velutinas" explica.