El "pésimo servicio al cliente" de la estación de tren de Pontevedra ha desatado este jueves el enfado de una clienta. Tras reprochárselo al propio personal en las instalaciones, lo ha trasladado a PontevedraViva y a la empresa pública Renfe a través de varias publicaciones dirigidas a Renfe en la red social Twitter.
@Renfe servicio al cliente en Pontevedra es pésimo.No es la 1era vez.Hacer una queja es absurdo, te ignoran. #pesimoservicioalcliente
— Amancay Tapia (@amancaytapia) 30 de noviembre de 2017
La usuaria, de origen pontevedrés, incluso ha generado un hashtag para resumir la situación, #pesimoservicioalcliente. En declaraciones posteriores a PontevedraViva explicó que el enfado tuvo su origen en un incidente vivido en la mañana de este jueves, cuando acudió a la estación para comprar dos billetes de Pontevedra a Santiago, uno de ida para ella y otro de ida y vuelta para su padre.
Según relata, estaba en la cola cuando presenció una situación desagradable en la que una de las personas que estaba vendiendo los billetes respondió de malas formas a un señor que le dijo que quería que le aplicase el descuento de pensionista, pero, al parecer, se lo había dicho tarde, pues ya había emitido el billete.
Cuando le atendieron a ella y dijo que quería pagar con tarjeta, volvió a recibir una muestra de "mala educacion, chulería y falta de cortesía". El trabajador que le atendió le dijo, literalmente, "me tenías que haber dicho antes que ibas a pagar con tarjeta, joder". Esta última palabra es la que peor le sentó, pues considera que una persona que trabaja en atención al público no puede utilizar insultos y palabrotas.
En su caso, le acompañaban su hija y su padre, de modo que esa expresión le sentó todavía peor. Además, considera que el gesto puede estar "rondando el abuso". Finalmente, le cobraron con la tarjeta, pero no sin antes recibir una mala contestación.
Esta usuaria añade que esta no es la primera vez que recibe un trato similar en la estación de Pontevedra, lo que demuestra que "tienen que renovarse". En una ocasión anterior incluso se negaron a cobrarle con la misma tarjeta con la que hoy sí pagó porque no era válida.
En otro caso tuvo un incidente incluso mayor pero ya dentro de propio tren, en una situación ajena a la estación pontevedresa, pero que la enfadó tanto que presentó una reclamación. Dado que en aquel momento no dio resultado esa queja, esta vez ya ni lo ha hecho, pues "no sirve de nada".