No alcanza los treinta años. Es pontevedresa, licenciada en Derecho, especialista en violencia de género, activista y formadora en grupos de apoyo para personas transgénero y familiares.
Género Diverso es la plataforma que está poniendo en marcha, como Avante LGTB que se presentará en agosto en Pontevedra con el objetivo de que sea también una asociación. Un trabajo de su etapa universitaria le cambió la vida. Y en ello continúa Ada Otero Huertas, invitada en el Cara a cara.
En la misma sociedad en la que una parte aborrece tener que estar etiquetado; hay quienes requieren un epífagre en el que reconocerse y que las/los reconozcan porque la realidad es excluyente. Más aún si se está dentro de arcaicas determinaciones. Mujer heterosexual, homosexual, mujer bisexual, mujer transexual, mujer cisgénero... mujeres que hasta reciben el agravio y las acusaciones de otras mujeres.
Como cuenta enPontevedraViva Radio, Ada quería ejercer la abogacía, pero no quería ser abogado, ni fiscal, ni granjero, ni camarero, ni profesor, etc... quería y es abogada, y antes que nada mujer.
La primera barrera para ser reconocida como persona trans, está en la consecución del informe psicológico que determina una 'disforia de género' a partir de ahí viene el proceso hormonal; proceso obligado durante dos años para llegar al reconocimiento de persona trans: "nos obligan a hormonarnos, si quieres cambiar documentos tienes que hacerlos, a meter sustancias en mi cuerpo para que lo modifique". El siguiente paso, la intervención quirúrgica, suele ser una cuestión de presión social más que de convencimiento personal.
Detesta su DNI, tener que esperar en una consulta médica, una gestión administrativa que requiera mostrar la documentación, ir a Correos... todo aquello que suponga exponer su persona al servicio de un documento que en realidad no responde a su identidad.