Dos por dos son dos
Por Marisa Ciordia
Una vez más. Pudo ser y no fue. Firmadas unas verónicas para abrir la tarde, se terminó el toreo de capote que los morantistas pudieron degustar del sevillano con el percal. Fin de la cita como diría un pontevedrés - ausente por cierto un año más del coso de San Roque -. Puestos en el siguiente tercio, el de la Puebla se dirigió hasta el tendido 2 para brindar su toro al presidente de VOX, Santiago Abascal, a la voz de "España, lo primero". Quitó la sed de sus fieles a base de un par de tandas de derechazos que robaron las palabras en los tendidos, salvó para lanzar algunos "olés". Equilibró con otras dos tandas de naturales; unos ayudados a media altura y al cierre con trincherazos. Media estocada con efecto y primer apéndice cortado en la última tarde de la Feria de la Peregrina.
En el segundo de su lote Morante adaptó la faena de muleta a la demanda de "Artesano". El de Daniel Ruiz tenía los mismos defectos que sus compañeros de encierro, evidenciados en escandalosa, mayor o mediana medida, esto es: flojos, dóciles, sin mala intención, de acometida suave pero con poca, escasa o nula fuerza. Volviendo al sevillano, brindó en esta ocasión al público y se inició con unos pases ayudados por alto. Tuvo que estar atento de no bajar la tela para evitar que el cuatreño perdiera la manos y trabajándose una ligazón que no ponía nada fácil el animal. Para él un pase del desprecio y desplante en su cara. Lo despidió con una estocada entera, algo ida. De ésta, con la segunda oreja cortada, Morante de la Puebla salía a hombros por la puerta grande de Pontevedra, entre aplausos. Sus morantistas con el mismo deseo: la próxima vez será.
ALEJANDRO TALAVANTE
Con Alejandro Talavante se armó el lío, pero para eso, hay que llegar al final del segundo toro. Recibió con faroles a un mansurrón 'Asistente' que apenas sintió la vara y cayó de manos en banderillas. El maestro extremeño cuajó una faena de muleta que fue 'in crescendo' en oles y aplausos a sus pases de pecho con mirada a los tendidos, largos naturales o manoletinas. Acertó a la primera con el estoque y se inundó la plaza de pañuelos. Atendida la petición, oreja concedida. El público seguía reclamando un segundo trofeo pero el presidente se mantuvo férreo en no sacar otro pañuelo blanco al banconcillo. Talavante negaba incrédulo con la cabeza, mientras se lavaba las manos. Recogió circunspecto el apéndice y tras el preceptivo saludo, mudó el gestó para dar la vuelta al ruedo. El público le tendió el puente gritando "otra, otra" y lo que hizo fue eso: dar una segunda vuelta al ruedo. Rematado el agradecimiento, Pablo Álvarez Montesinos, el presidente, recibió su primera sonora pitada en el ejercicio de esta controvertida función.
Con el quinto de la tarde en la arena - el más potable del festejo - Talavante vivió un 'deja vú'. De ésta, la estocada se quedó casi entera. Pañolada blanca en la plaza y asoma el pañuelo en el banconcillo de presidencia. Continuaba la afición solicitando otra recompensa, pero ante el vicio de pedir, la virtud de no dar. Así que de nuevo un diestro que incrédulo niega con la cabeza y un gesto diplomático al cumplimentar el pertinente saludo. Si hubiese sido un toro, se podría decir que salió abanto, porque Talavante se marcó tres vueltas al ruedo. Pitada a la presidencia al grito de "fuera, fuera". Entre aplausos y a hombros salió de la plaza de Pontevedra.
CAYETANO RIVERA
Talavante no fue el único en sentirse incomprendido en la última de Feria. La honestidad de Cayetano Rivera no caló en toda la afición. Hay dos formas de hacerle frente al peor toro de una tarde: irse a buscar presuroso el acero o apostar por exprimir lo poco que se pueda sacar. Y a eso se dedicó el de estirpe torera con el primero de su lote. Olé Cayetano. Cierto que no hubo acierto con el estoque, que empleó hasta cinco veces y se quedaron en cuatro pinchazos y descabello; pero vergüenza torera tiene y lo demostró.
La hiel que tuvo que tragar tras el nefasto 'Lechón' pudo dulcificarla con el sexto. Seis verónicas y dos medias con el capote. Con muleta en mano, unos doblones de inicio y derechazos cargando la suerte. Una tercera tanda al natural donde llegó el susto: un puntazo de 'Calabrés' en la pierna derecha que afortunadamente no pasó de la tela del traje. Se creció Rivera al recolocarse y plantarle cara a su contrincante. En esta ocasión la suerte suprema vino de cara y se le premió con la oreja. Agradecido y aplaudido abandonó los terrenos de San Roque.
FICHA DEL FESTEJO. Feria Taurina de la Peregrina. Domingo 12 de agosto de 2018. Plaza de San Roque, tercer y último festejo del abono. Menos de tres cuartos de entrada.
GANADERÍA DE DANIEL RUIZ: Divisa: amarilla y verde. Señal: orejisana en ambas. Antigüedad: septiembre 1914. Mayoral: Juan Fernández Gómez. 1º Duque, negro listón, cuatreño y 455 kilos. 2º Asistente, negro, cuatreño y 470 kilos. 3º Lechón, negro listón, cuatreño y 460 kilos. 4º Artesano, negro, cuatreño y 48 kilos. 5º Rebujino, negro, cuatreño y 500 kilos. 6º Calabres, negro, cuatreño y 475 kilos.
MORANTE DE LA PUEBLA: Oreja y vuelta al ruedo. Oreja y vuelta al ruedo. Salida a hombros con aplausos.
ALEJANDRO TALAVANTE: Oreja, petición de oreja, ovación y dos vueltas al ruedo. Oreja, petición de oreja e tres vueltas al ruedo. Salida a hombros con aplausos.
CAYETANO RIVERA: Aplausos. Oreja y vuelta al ruedo. Salida a pie con aplausos.,
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