Anceu homenajea a Domingo Lopo, mayordomo de su centenaria Danza Celta
Por Redacción
La parroquia de Anceu celebró este domingo su tradicional Danza Celta, uno de los eventos culturales más singulares de Ponte Caldelas, cuyo origen se pierde en los tiempos y que entronca directamente con las danzas blancas de otros puntos de Galicia.
La Danza de Anceu, que lleva más de un siglo (nadie sabe exactamente desde cuando) transmitiéndose de generación en generación, se celebra con la interpretación de distintas piezas coreagrafiadas en las que los danzantes van intercambiando mimbres, palos, castañolas y cintas.
La de este domingo fue una edición muy especial, pues sirvió para homenajear a Domingo González Lopo, vecino de la parroquia y catedrático de Historia en la Universidad de Santiago, o sea el mayordomo que, desde hace 40 años, se encarga de la organización. La comisión de fiestas le entregó un regalo conmemorativo.
En su intervención, Lopo animó a mantener viva la danza, que reivindicó como un deber, una muestra de respeto por las generaciones anteriores y las tradiciones más apegadas a la tierra. "O millo seméntase nas veigas, pero isto hai que sementalo tódolos días nas casas", afirmó.
Antiguamente, la Danza Celta estaba a cargo de un grupo solo masculino. Las mujeres se incorporaron, según la documentación disponible, en torno a los años 30. Además, con el tiempo fue cambiando el traje de los danzantes, que antes llevaban también un delantal y una gorra coronada por la "flor de la Danza", una especie hoy desaparecida de los montes de la zona.
El nombre correcto es Danza de Anceu, aunque desde hace algunos años se conoce cómo Danza Celta. El repertorio fue modificado en los años 70 incorporando algunas de las tradiciones de A Franqueira, como la del trenzado de las cintas, pero el núcleo central se mantiene, finalizando con las habituales reverencias delante de la imagen de la Virgen, en la puerta de la iglesia de Anceu.
El Concello inició en este mandato una colaboración estable con las Fiestas de Anceu que consiste en la contratación del grupo de gaiteros, Os Alegres, que llevan ya 41 años interpretando las piezas musicales de la danza, partitura original de esta celebración.