Un ludópata se compromete ante el juez a devolver "a plazos" 300.000 euros a dos aseguradoras
Por Oskar Viéitez
El acusado, Jaime V.P., reconoció este martes ante la sección cuarta de la Audiencia provincial de Pontevedra que durante su etapa como trabajador de las compañías aseguradoras Axa y Mapfre y "debido a su adicción al juego" se apropió indebidamente de más de trescientos mil euros de sus clientes.
El fiscal jefe de la Audiencia provincial de Pontevedra, Juan Carlos Aladro, dirigió la acusación contra este empleado que reconoció expresamente que su labor era captar clientes para estas compañías, para lo que realizaba contratos con los mismos, quienes le entregaban distintas cantidades de dinero, las cuales, con el propósito de obtener un beneficio económico, pasaron a formar parte de su patrimonio personal, sin que hubiese cursado las solicitudes de los referidos contratos ni hubiese entregado a las aseguradoras el dinero recibido de los clientes.
En concreto el acusado se apropió de 72.400 euros de clientes de AXA y 231.319 de Mapfre, aunque finalmente son estas empresas las perjudicadas ya que emitieron y formalizaron las polizas solicitadas con el fin de que estos clientes no sufriesen perjuicios.
El acusado mostró su voluntad de resarcir a las aseguradoras de todo el daño causado y se presentó ante la sala con cinco mil euros en efectivo para hacer una primera entrega.
En este sentido la Fiscalía al elevar a definitivas sus conclusiones, tuvo en cuenta el reconocimiento de los hechos y la existencia de una atenauante de ludopatía, por lo que pidió que el tribunal que a la hora de dictar sentencia contemple la suspensión de la pena por un período de cinco años vinculada a un plan de pago, a razón de 250 euros al mes, más el desembolso inmediato de los cinco mil euros hoy aportados.
El acusado padecía una ludopatía, "conservando la capacidad de comprensión, pero con disminución severa de la capacidad volitiva"
La Fiscalía, que pidió una pena de seis años y tres meses de prisión, hizo constar esta atenuante de "anomalía psíquica", ya que al tiempo de la comisión de estos hechos narrados, el acusado padecía una ludopatía, "conservando la capacidad de comprensión, pero con disminución severa de la capacidad volitiva".
Por su parte, el abogado que representa a la Compañía AXA pidió una pena de tres años de prisión mientras que la letrada que defiende los intereses de Mapfre elevó la petición de condena a los seis años de cárcel ya que puso en duda que la ludopatía estuviese acreditada durante los años en los que se cometieron los hechos. Señalaba la abogada que los informes periciales son posteriores.
Finalmente el abogado de la defensa recordó que su representado reconoció todos los hechos menos la acusación formulada por la compañía Mapfre de falsedad documental ya que el acusado negó que hubiese falsificado contrato alguno para hacer todo este tipo de gestiones.
El juicio quedó visto para sentencia.