Una joven natural de Marín de 20 años fue liberada por la Policía Local de Porriño de un zulo en el que la tenía encerrada su ex novio "como un castigo". Ella misma indicó a los policías esa circunstancia del "castigo" cuando los agentes acudieron a liberarla.
La joven, sin embargo, acabó también detenida porque, una vez que quedó libre y su ex novio fue detenido, reaccionó de forma agresiva contra los agentes que practicaban el arresto. Según ha informado la Policía Local de Porriño, agredió a los agentes y uno de ellos tiene un parte médico de lesiones por las heridas sufridas.
La chica fue detenida por un delito de atentado y desobediencia grave a la autoridad por el que poco después quedó en libertad, pero manteniendo la condición de investigada. Una vez que quedó libre, fue trasladada a una casa de acogida para víctimas de violencia de género.
En esta pareja ya había antecedentes por episodios de violencia de género que hacían que él tuviese decretada una orden de alejamiento que le impedía aproximarse a su víctima y también una orden de localización permanente. Tras su detención por este nuevo caso de violencia machista, pasó a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Porriño, que decretó su ingreso en prisión.
Según la Policía Local de la localidad, se le atribuyen los delitos de violencia de género y quebrantamiento de condena por haber incumplido la orden de alejamiento que protegía a su víctima y se encuentra en el centro penitenciario de A Lama.
Los hechos ocurrieron ya el pasado 23 de enero, pero trascendieron este lunes. Los policías tuvieron conocimiento de la situación gracias a una llamada de alerta de un vecino que aseguraba que en una vivienda unifamiliar de la parroquia de Cans había una joven retenida. Aunque inicialmente el supuesto agresor negó que la chica estuviese en la casa, los policías regresaron y acabaron encontrándola.
La chica estaba en un habitáculo en el salón de la vivienda que tenía la puerta modificada para que solo se pudiese acceder desde fuera, de modo que no tenía posibilidad de irse y recuperar la libertad. Tras comprobar lo que sucedía, y una vez que ella les explicó que la tenía allí "como castigo", los policías procedieron a la detención del supuesto captor, Samuel P.R., de 19 años. En ese momento, ella se enfrentó a los policías.
El presunto captor ya estaba bajo la lupa de la Policía Local por dedicarse al trapicheo de droga. Tras su detención, los policías realizaron un registro de la vivienda en el que localizaron 10 bolsas de hachís preparadas para su venta al menudeo, de modo que también se ha iniciado un atestado por la actividad de tráfico de drogas.