La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, se desplazó estos viernes hasta Pontevedra para, desde uno de los puntos con mayor concentración de accidentes de la red viaria gallega, volver a demandar la transferencia a Galicia de las competencias de tráfico y seguridad viaria que en la actualidad tiene el Gobierno central. Pide la transferencia de toda la seguridad y, en concreto, insiste en la necesidad de actuar en relación con la autopista AP-9.
Pontón visitó la N-550 en Salcedo acompañada por la candidata del BNG al Congreso por Pontevedra, Carme da Silva; el alcalde capitalino, Miguel Anxo Fernández Lores; y el diputado provincial de Movilidad, Uxío Benítez. Eligieron este lugar por ser uno de los puntos negros de las carreteras gallegas y como ejemplo de la urgencia de esta competencia.
Los nacionalistas critican que en diez años de Gobierno de Alberto Núñez Feijóo en la Xunta no se ganó ninguna competencia y tampoco la de tráfico y seguridad viaria y anuncian que el BNG reclamará en el Congreso que se adopten medidas si logran representación después de las elecciones generales de 28 de abril.
El objetivo es, según explican, "aplicar una gestión adaptada a la realidad del país" y "poner coto" a una siniestralidad viaria que en la última década arrojó un trágico balance de 1.300 víctima mortales.
"Demostramos en Pontevedra que otro modelo es posible, referente internacional en materia de seguridad vial", indicó Pontón, que añadió que el deseo del BNG es que el modelo pontevedrés se extienda, por eso reclaman la transferencia de las competencias en seguridad vial que ya tienen Euskadi y Catalunya "para mejorar en prevención y en calidad las carreteras del país".
En aras de esa seguridad vial, el Bloque también demanda la transferencia de las autopistas para acabar con una "desatención" del Estado que hace que la mayor parte de los puntos negros estén en vías gallegas, y también para poner fin a una "discriminación" del Estado que en el caso de la AP9 ya resulta una "tomadura de pelo".
Carme da Silva se comprometió a reclamar en el Congreso la transferencia y, mientras no se materializa, impulsar presupuestos y propuestas para reducir el número de accidentes en las carreteras gallegas. Señaló que las medidas del Estado no funcionan, pues hay un incremento en la cifra de siniestros, y propuso aplicar el 'modelo BNG' que puso en marcha el Concello de Pontevedra con éxito: en ocho años, cero víctimas mortales.