Marín inspecciona el montaje de las atracciones de las fiestas de Cantodarea
Por Redacción
Especialistas de Enmacosa Consultoría Técnica, bajo encargo del Concello de Marín, están inspeccionando el montaje y funcionamiento de las atracciones itinerantes instaladas en la avenida del Marqués de Valterra con motivo de las fiestas de San José Obrero que se celebrarán desde esta tarde en Cantodarea.
Con esta iniciativa, Marín se convirtió el pasado año en el primero Concello que ampliaba los controles de seguridad a las celebraciones organizadas por diferentes comisiones de fiestas, al margen de las impulsadas por el propio consistorio.
Los técnicos siguen un protocolo específico para garantizar la realización de un examen lo más completo posible de cada una de las atracciones. De este modo, solicitan la documentación preceptiva de cada instalación (seguro de responsabilidad civil y sus coberturas, libro de operaciones, manual técnico o proyecto…).
Comprueban también que las atracciones carezcan de aristas que puedan resultar cortantes así como de huecos o desniveles sin protección, puntos importantes de corrosión o deficiencias de relevancia en los cordones de soldaduras de las instalaciones, y que las bancadas y apoyos estén correctamente nivelados y asentados.
Se analizan asimismo otros requisitos sobre la seguridad del público y del contorno, como la dotación de extintores o las posibilidades de colisión o solapamiento entre los recorridos de las atracciones y entre estas y los tendidos eléctricos, edificios colindantes, farolas o mobiliario urbano en general.
Con respeto a la estabilidad estructural, la empresa controla que letreros, focos o carcasas embellecedoras tengan garantías de solidez, o que todo tipo de cuerdas, arneses, tensores y demás elementos de seguridad similares muestren un perfecto estado de conservación y estén homologados para su utilización. De hecho, no se permiten cinturones de seguridad desgastados o que generen holguras, ni tampoco cierres que dependan únicamente de un circuito eléctrico, hidráulico o neumático y que, ante una pérdida de presión o corte en el suministro, se puedan aflojar con el peso o el empuje del usuario.
Todas las revisiones se realizan en su mayor parte mediante una inspección visual de las condiciones del montaje, del estado de conservación de la instalación y del mantenimiento de los materiales, sin entrar a valorar términos relativos al diseño del aparato, que serían objeto de la correspondiente homologación. Los controles no entran a valorar el estado de las tensiones internas de cualquier eje o componente mecánico, así como las condiciones de funcionamiento de los mecanismos ocultos, que tendrían que ser objeto de un análisis más exhaustivo en instalación fija, con maquinaria adecuada y con el tiempo necesario, es decir, con una inspección técnica regular, similar a las ITV de los vehículos, que hoy no reviste carácter obligatorio para estas instalaciones.
El trabajo se completa finalmente con una revisión del estado de las instalaciones eléctricas y de su correcto funcionamiento, incluyendo pruebas y ensayos de seguridad. Una vez en marcha las atracciones, deberán mostrar en lugares claramente visibles carteles con recomendaciones de interés para los usuarios que detallen específicamente los riesgos y en su caso las limitaciones de edad y altura.