Condenados tres hombres que, tras ser sorprendidos trapicheando, se enfrentaron a la Policía Local
Por Natalia Puga
La espectacular detención de tres personas realizada por la Policía Local de Pontevedra el 2 de marzo de 2017 en la calle San Antoniño ha acabado en condena. En la misma tarde habían sido arrestados un hombre que había protagonizado un incidente en un bar y, en una intervención diferente, dos personas por tráfico de drogas y por agredir a un policía. Ahora, estos dos últimos acaban de ser penados por la Audiencia Provincial junto a una tercera persona que el día de los hechos había logrado escapar.
La Sección Cuarta de la Audiencia ha confirmado un sentencia previa del Juzgado de lo Penal número 3 de Pontevedra dada a conocer meses atrás desde el Concello, que imponía a uno de ellos a un año y cuatro meses de prisión , a otro seis meses y al tercero un año y cinco meses como autores de distintos delitos.
Al primero la sentencia le considera autor de un delito de resistencia (4 meses) y otro contra la salud pública (1 año de prisión y multa de 400 euros); al segundo, otro de atentado (6 meses de prisión); y al tercero le atribuyen atentado (10 meses) y lesiones (7 meses). A este último, además, le obligan a indemnizar a un policía local con 5.108,74 euros por las lesiones ocasionadas.
Ambas sentencias consideran probado que sobre las 16.40 horas de ese día el acusado 1 se encontraba en la entrada de un garaje en la calle San Antoniño y entregó al procesado 2, a cambio de al menos 50 euros, cuatro fragmentos en forma de bellota de una sustancia que resultó ser resina de cannabis, con un peso total de 41,785 gramos y un valor de 259,90 euros, que pretendía destinar a su propio consumo. El acusado 2 estaba en dicho momento acompañado del acusado número 3.
Un agente de la Policía Local que estaba de paisano realizando labores de vigilancia observó el intercambio, de modo que se dirigió a los tres, se identificó como agente mostrando su carnet profesional y su placa y les indicó que se pusieran contra la pared. No obstante los investigados, lejos de atender la indicación del policía, se dieron a la fuga en distintas direcciones.
En esta huida, el número 1, "con desprecio al principio de autoridad y con el fin de escaparse" le dio un golpe en el costado al policía y salió corriendo hacia la plaza de Barcelos, donde se le perdió la pista. Ese fue el único de los tres que no fue detenido ese día, pero sí más tarde y juzgado.
En cuanto al número 3, salió corriendo hacia la calle Víctor Cervera Mercadillo, donde trató de cerrarle el paso otro agente que se identificó con su carnet y placa emblema. Él, también "con ánimo de menospreciar el principio de autoridad", le propinó un empujón al agente y, cuando éste trataba de sujetarlo, cayeron los dos al suelo. Allí le propinó varios puñetazos y empujones hasta que el policía pudo reducirlo.
Por su parte, el número 2 salió corriendo hacia la calle Casimiro Gómez, aunque antes de llegar al cruce tropezó con un bordillo y cayó al suelo, donde un agente que le iba persiguiendo trató de inmovilizarlo y el acusado, movido por igual ánimo, le propinó a varios puñetazos y patadas, al tiempo que trataba de sacar del bolsillo un cuchillo, sin llegar a conseguirlo, porque el agente consiguió reducirlo. Una de las patadas le impactó en el costado.
Uno de los acusados, el nombrado como número 2, recurrió alegando vulneración de su presunción de inocencia y que no se había acreditado que el agente resultase herido por su agresión. La Audiencia desestimó ese recurso y confirmó el fallo judicial previo.