Reconoce una agresión sexual a una mujer con discapacidad, pide perdón y acepta 12 años de prisión
Por Natalia Puga
Un hombre de nacionalidad ghanesa confesó este martes en la Audiencia Provincial de Pontevedra que en marzo de 2018 agredió sexualmente a una mujer con una discapacidad intelectual del 65% a la que se había encontrado en la puerta de un comercio de la ciudad del Lérez y aceptó cumplir por estos hechos doce años de prisión.
El acusado se levantó ante el tribunal, reconoció los hechos y aprovechó para pedir perdón a su víctima. "Lo siento", dijo, según la traducción realizada por la traductora jurada designada para asistirle. Esta profesión tuvo que ayudarle a entender el contenido de la sesión y traducir sus palabras dados sus escasos conocimientos de español.
El juicio oral se presumía muy breve una vez que el acusado llegó a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía en virtud del cual reconoció los hechos y se benefició de una reducción de la condena: se enfrentaba a trece años y medio de cárcel y aceptó finalmente doce. Sin embargo, finalmente, la sesión se complicó por una especie de malentendido.
Así, tras aceptar los hechos, la fiscal del caso, Carmen Novo, empezó a realizarle preguntas al procesado y él realizó un relato de lo que supuestamente ocurrió el 3 de marzo de 2018 diferente al que, en principio, acababa de reconocer al suscribir un acuerdo con la Fiscalía. La discrepancia era tal que con ese acuerdo reconoció que intentó penetrar a su víctima y, ante su oposición, no lo consiguió y acabó eyaculando sobre las sábanas. Sin embargo, en esas respuesta que dio a la Fiscalía indicó que tan sólo se habían producido tocamientos.
Esas diferencias entre ambos relatos de hechos llevaron a la presidenta del tribunal de la Audiencia Provincial que le estaba juzgando, Nélida Cid, a preguntarle si sabía de qué se había reconocido autor. Dado que él respondió que no, la magistrada acordó un receso de la sesión para realizar las oportunas aclaraciones.
Pocos minutos después, la sesión se reanudó, pero ya sin más preguntas por parte de la Fiscalía. En ese receso, se realizaron las aclaraciones oportunas con la ayuda de la traductora y, tras preguntar de nuevo al procesado si se reconoció autor de los hechos, él aseguró que sí y se conformó con la condena.
La Sección Cuarta de la Audiencia dictará una sentencia que ya será firme por la que le impondrá, además de doce años de prisión, siete años de orden de alejamiento de su víctima y el pago de una indemnización de 10.000 euros. Asimismo, le impondrá otra condena a dos meses de multa por las lesiones que reconoció haber causado a la víctima.
El relato de hechos con los que finalmente se conformó recoge que se encontró a la mujer a la puerta de un comercio de la ciudad de Pontevedra, mantuvieron una conversación y la invitó a tomar algo. Fueron juntos a la casa de él, le ofreció una Coca-Cola y charlaron durante un rato. Estaban en su habitación se fue al baño y regreso con el cinturón desabrochado y sin camiseta y la empujó y desnudó de cintura para abajo.
El acusado, que tiene nacionalidad ghanesa pero residencia legal en España, reconoció que ella se opuso a las relaciones y que intentó penetrarla. Además, asumió que sabía que la mujer tiene una discapacidad intelectual del 65%. De hecho, está incapacitada judicialmente y no es quien de dar su consentimiento para mantener relaciones sexuales.
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