El acusado de abusar de una niña en Cambados niega los hechos alegando que jugaban a hacer cosquillas
Por Redacción
El fiscal jefe de la Audiencia de Pontevedra, Juan Carlos Aladro, mantiene la petición de tres años y medio de prisión y ocho años de libertad vigilada para el hombre acusado de abusar sexualmente de una amiga de su nieta en 2018.
El acusado explicó durante la vista oral celebrada este jueves en la sala de la sección cuarta de la Audiencia de Pontevedra que él se encontraba en la tarde de aquella jornada jugando con su nieta y con la amiga de ésta en la terraza de la vivienda, acompañado de su mujer que se encontraba colgando la ropa. Explicó que, como era habitual, atendía a las peticiones de su nieta de hacerle masajes refiriéndose a cosquillas, y que la amiga también se lo pidió y él realizó el mismo juego con la niña de 8 años de edad.
El acusado dijo que esa pequeña es "como mi nieta" y que "no le daba besos a sus nietas y a ella tampoco", como sí figura en el escrito de acusación del Ministerio Fiscal. En este sentido, indicó que se frotaban las narices como parte del ritual de juego, pero negó que tocara partes íntimas de la menor afirmando ante el tribunal que "los niños son sagrados".
El Ministerio Fiscal basa su acusación en un vídeo de dos minutos grabado por una vecina, que reconoció en la sala que mantenía malas relaciones con el acusado debido a una denuncia en el año 2015 contra su marido por agresión sexual interpuesta por una de las hijas del imputado. Esta vecina señaló que días antes había visto al acusado besar a la niña y le pareció extraño.
Por este motivo, el día de los hechos subió hasta la buhardilla para grabar desde un hueco en el tejado la escena del acusado con la menor. La vecina afirmó que el hombre se había quedado solo con la niña en la terraza cuando ella realizó la grabación. El hijo de la vecina también reconoció las malas relaciones entre ambas familias y señaló que, días después de los hechos, él había sido quien cedió el vídeo a un agente de la Guardia Civil, primo suyo.
La madre y la tía de la menor, así como la esposa y las hijas del acusado declararon como testigos de la defensa. La madre indicó que "vio normal" las cosquillas en la barriga que se observaban en el vídeo porque formaban parte del juego. Aseguró que la menor había negado que le hubiera dado un beso en la boca o que le hubiera tocado partes íntimas.
La declaración de la menor también se realizó en los mismos términos ante el personal del Imelga, una vez requerida por la Guardia Civil. La niña solo reconoció juegos y cosquillas que no valoraba de manera negativa. Según la perito, presentada por Fiscalía, hay "detalles" en su declaración que podrían indicar que se encontraba un "poco influenciada". Por su parte, la perito presentada por la defensa indica que ese informe plantea hipótesis pero no concreta esos "detalles" cuando, a su entender, non hay indicadores psicosociales que demuestren una situación de abuso.
El fiscal elevó a definitiva su petición de 3 años y medio de prisión basándose en el vídeo que, según explicó, "rebasa los límites del decoro" y señala que se observa una "pequeña corrupción" que está tratando de implantarse entre el adulto y la menor.
Por su parte, la abogada de la defensa admitió que había rechazado un acuerdo con el Ministerio Fiscal para reducir la pena porque entiende que el acusado es inocente y pide la libre absolución basándose en la espontaneidad de la declaración de la menor y señaló que el informe pericial de la Fiscalía carecía de rigor científico.
El juicio quedó visto para sentencia después de que el acusado, entre sollozos, indicara que ya había pasado mes y medio en prisión provisional y reiterando su inocencia.
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