La CIG denuncia a Saraiva por irregularidades laborales y de atención a los usuarios de los centros de mayores
Por Redacción
El secretario comarcal de la CIG, Marcos Conde y Xaquín Agulla, integrante de este sindicato, acompañados por dos trabajadoras de Saraiva han denunciado este viernes las prácticas laborales y de atención de esta empresa que se dedica al cuidado de personas de la tercera edad.
La empresa cuenta con un centro en la calle Don Gonzalo de Pontevedra, y otros dos, en los municipios de Marín y de Poio, además de encargarse de la ayuda del servicio a domicilio en Vilanova de Arousa. En total, según el sindicato nacionalista, cuenta con más de 60 trabajadores (la gran mayoría, mujeres) en su plantilla.
El 22 de julio, una asamblea de trabajadoras decidió convocar las elecciones sindicales ante la necesidad de constituir un comité de empresa representativo que sirviera de canal de diálogo con la dirección para tratar algunas cuestiones relativas a la prestación de servicios, que según algunas de las empleadas, son mejorables.
El 31 de julio, el Centro situado en Don Gonzalo recibía una inspección de técnicos de la Xunta. Según la CIG, la empresa había sido avisada previamente y como consecuencia se desmantelaron las habitaciones de residentes para convertirlas en salas de reposo y varios usuarios del centro de día fueron retirados por la mañana para realizar un paseo por la ciudad mientras acudían los inspectores. "Coma se fosen patacas", señalaba Xaquín Agulla para indicar que esta práctica se llevaba a cabo porque la empresa excede el cupo de usuarios autorizado para las plazas adjudicadas.
Además, Agulla señala que 14 personas totalmente dependientes almuerzan en un comedor en donde la temperatura supera los 27 grados, una situación que la candidatura de la CIG denunciaba. Por este motivo, según Xaquín Agulla, la dirección decide despedir, al día siguiente de la inspección, a tres trabajadoras que figuran en la candidatura de este sindicato. Una situación que fue denunciada por vulneración de derechos fundamentales del personal.
Ante esta denuncia, la empresa envía cartas de readmisión a las tres trabajadoras el 3 de septiembre. Dos de ellas se incorporan y otra decide no retornar a esta actividad. Una de las trabajadoras readmitida sufre posteriormente un accidente laboral y el sindicato comprueba que no ha sido dada de alta en la Seguridad Social. Ante estas irregularidades, la CIG va a presentar demandas ante la autoridad laboral y en el juzgado de lo Social.
Agulla afirma que también espera que la Fiscalía entre de oficio en este caso y, de lo contrario, acudirá el propio sindicato aportando las pruebas necesarias para que se regulen estas situaciones "sumamente graves".