Hasta 23 especies de cetáceos están registradas en las aguas de las Rías Baixas. Esto hace que quien más o quien menos haya podido verlos en mayor o menor número y proximidad a la costa. Y que así sea en el futuro es responsabilidad de todos: particulares, entidades privadas y públicas.
El diagnóstico que da Uxía Vázquez - socia voluntaria de la CEMMA, la Coordinadora para o Estudio dos Mamíferos Mariños -, en PontevedraVIva Radio, es el de un ecosistema enfermo. Muchísimo tráfico marino, contaminación industrial, sanitaria, etc... Aunque centramos el Cara a cara en grandes especies, las más pequeñas también pueden repercutir los cambios que se están registrando en las Rías Baixas. Por ejemplo, la temperatura de estas aguas está subiendo anualmente y el preciadísimo marisco gallego, puede resentirse.
Uxía Vázquez nos cuenta cuáles son esas especies que viven dentro de las rías y otras que lo hacen en la plataforma continental y que son las que "vienen a cazar a la costa", caso del tiburón. Hay otras como las ballenas, orcas, que están en migración y al pasar por estas costas es cuando se pueden dejar ver. Habla en el Cara a cara además, de los hábitos de estos cetáceos y de la especial atención que requieren todos.
Pese a que por Ley está prohibido inquietarlos, cazarlos y hay pautas para su observación, "en verano están perseguidos de sol a sol por los barcos". En el caso de los arroaces "son muy vulnerables porque es cuando tienen cachorros. Les genera mucho estrés. Se ven tan acorralados que deciden hacer una inmersión profunda y larga y los cachorros no aguantan, por lo que se produce una alta mortalidad".
Las Rías Baixas es una de las zonas del mundo con mayor biodiversidad y "tenemos algo muy imporante en nuestras manos para que las generaciones futuras puedan seguir disfrutándolo".