Con las manos en la masa para ayudar en la investigación contra el cáncer de mama
Por Natalia Puga & Cristina Saiz
Alejandra Garrido tiene 45 años, un trabajo fuera de casa, dos hijos que cuidar y un espíritu solidario sin límite, por eso desde hace días, en cuanto tiene un minuto libre, se pone el delantal, enciende el horno y empieza a hornear galletas. Es pontevedresa y una de las 34 galleteras tanto profesionales como aficionadas que hacen posible la iniciativa a nivel estatal ''Galletas contra el cáncer de mama', que hasta el 19 de octubre se pone como reto recaudar 30.000 euros para la investigación del cáncer de mama.
Este es el quinto año de esta iniciativa solidaria que se realiza por ciudades de toda España, el segundo de Alejandra. Tras años resistiéndose a participar por falta de tiempo, en 2018 se sumó horneando 500 galletas y la experiencia resultó "moi gratificante", de modo que este octubre ha vuelto a ponerse manos a la masa pensando en aportar un granito de harina para luchar contra una enfermedad que raro es que una persona no tenga a nadie en su entorno que le haya tocado. Ella no la tiene, pero recuerda "ningún estamos libres de que nos toque mañá".
Como todas las reposteras de 'Galletas contra el cáncer de mama', Alejandra aporta los ingredientes, el tiempo y el cariño para cocinar y vender galletas y dona todo lo recaudado a la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). "Por poco dinero, podemos hacer mucho y lo estamos demostrando año tras años. ¡ayúdanos!", piden las promotoras de esta iniciativa, que aportan de su bolsillo todo el material necesario para la fabricación de las galletas y, tras el trabajo y la inversión, tan sólo se llevan a casa la satisfacción de haber ayudado a la investigación del cáncer de mama.
Esa es su aportación y piden de la ciudadanía que colabore adquiriendo esas galletas, que, en cada ciudad, tienen un diseño y un precio diferente. En Pontevedra, Alejandra Garrido vende por 1,5 euros unas galletas en forma de corazón con el mensaje "Únete al rosa".
"Como hai que facer tantísimas, buscas unha galleta sinxela", explica. Eligió un corazón "polo amor, o cariño co que nós facemos as galletas", el lema "porque me gusta" y un diseño sencillo con papel de azúcar por adaptar la galleta al tiempo que tiene, que, en su caso, es poco.
La venta de las galletas empezó el día 1 y terminará el 19, día contra el cáncer de mama, pero antes de esa fecha Alejandra ya tenía tantos encargos como galletas vendió el año pasado. Era su primera vez y "tiña medo a non vender ningunha", de modo que horneó 500. Es ya el número que le han encargado este año, de modo que es optimista: "espero vender moitas máis".
Las personas interesadas en comprarlas pueden hacer sus encargos a través de la página 'Galletas contra el cáncer de mama', en la página de Facebook de Alejandra, Mis deseos dulces, por teléfono o whatsapp en el número que se puede encontrar en ella o en cuatro establecimientos de negocios que colaboran con ella: la cafetería Citania, la tienda Naty, Ópticas Revenga y Party Fiesta.
La iniciativa tiene cada año un objetivo mayor que el anterior. El primer año recaudaron 1.969 euros y desde entonces no han dejado de crecer, hasta alcanzar el año pasado los 30.000 euros -el reto era 12.000-. Esos 30.000 euros son el reto de este 2019 y confían en conseguirlo, pues tal y como lo ve Alejandra, "a xente implícase moito" y "está cada vez más concienciada".
En su caso, incluso hay gente que la para por la calle para preguntarle por las galletas y aportar en esta iniciativa altruista. Ella ya pone su tiempo, el material y su buen hacer, de modo que se encuentra con multitud de ciudadanos dispuestos a hacer su aportación: 1,5 euros por comerse una galleta que ayuda en el tratamiento y la investigación del cáncer de mama. ¿Cómo se puede recaudar 30.000 euros en galletas? La conciencia de que "é unha enfermidade que che pode tocar en calquera momento" anima a dar el bocado.