Los consumos de riesgo que derivan en adicciones, con o sin sustancias, se están detectando a edades cada vez más tempranas. Los profesionales hablan de once y doce años. Para atajar la tesitura hay que detectar precozmente y educar. Ese es el contexto, "el problema acuciante", en que nos sitúa Antonio Rial Boubeta, Doctor en Psicología, profesor de la Facultad de Psicología de laUSC y experto en estudios sobre menores y comportamientos conflictivos.
No solo hablamos de alcohol y drogas, también de apuestas, juegos online, videojuegos, consumo de pornografía o sexting. La Organización Mundial de la Salud ya está advirtiendo de más comportamientos adictivos como el culto al cuerpo motivado por la obsesión de la imagen en las redes sociales.
"La prevención con los menores la hacemos todos", desde el entorno más próximo, como la familia, el ámbito educativo o el sanitario, al resto de la sociedad. Es necesario implicar a la Atención Primaria, "que es la puerta de entrada para disponer de herramientas que diagnostiquen la situación que pueda dar lugar a una intervención ante el problema". Respecto al entorno educativo, Rial expone en el Cara a cara que "internet está poniendo en evidencia las carencias del sistema; se esfuerza en formar profesionales en el rendimiento académico, pero no en formar personas".
Y en cuanto a su referencia más inmediata, los padres: "nos preocupamos mucho, pero nos ocupamos poco. Nos cuesta poner normas y límites. No hay lugar para la interacción, para el diálogo; estamos dejando de hacer las funciones de padres. Observa, controla, limita y acompaña a tus hijos", recomienda.
Habla además en PontevedraViva Radio de un estudio pionero en Galicia de la USC que se desarrolla para el Plan Nacional Sobre Drogas y que pretende conseguir el diseño e implementación de un sistema de detección precoz y consejo breve en adicciones con y sin sustancias en adolescentes.