Enésima intervención policial por una persona borracha y en la calle pese al estado de alarma
Por Natalia Puga
La Policía Nacional tuvo que acudir sobre las 17.30 horas de la tarde de este martes a la calle Oliva de Pontevedra tras recibir una alerta de que una persona se encontraba tirada en la calle en estado de embriaguez. No les resultó una situación nueva. Desde que se decretó el estado de alarma y las calles de la ciudad se encuentran prácticamente desiertas, hay un tipo de intervención que se repite a diario, algunos días incluso varias veces cada jornada: la presencia de personas borrachas en la vía pública.
Fuentes policiales han indicado que este tarde en la calle Oliva se trató de un hombre tan borracho que no era capaz de caminar por sí mismo. Fue identificado y trasladado a la Comisaría y las indicaciones policiales para el estado de alarma apuntan a que luego será trasladado a alguno de los albergues habilitados para el estado de alarma.
La Policía Nacional le ha formulado una denuncia por incumplimiento del estado de alarma y se da la circunstancia de que esta misma persona ya había sido denunciada días atrás por el mismo motivo.
Según fuentes policiales, hay personas sin techo que en los últimos días han sido denunciadas ya tres veces por incumplimiento del estado de alarma y alguna ya ha sido detenida, pero, por indicación judicial, fue puesta en libertad ya en sede policial, sin llegar a pasar por el Juzgado de Guardia.
Este lunes, por ejemplo, un hombre fue detenido por desobediencia tras estar alterado y montando escándalo en las inmediaciones del Hospital Provincial. Tras pasar por la Comisaría, quedó en libertad y este martes por la mañana volvió a ser detenido y denunciado por incumplir el estado de alarma. Poco después, quedó libre.
Desde la activación del estado de alarma, la Policía Nacional ya acudió varias veces al entorno de las plazas de la Ferrería y la Peregrina por la presencia de personas sin techo que, en lugar de estar en los albergues, e incumpliendo la normativa activada para frenar la expansión del coronavirus, se juntan en esa zona de la ciudad.
A pesar de formular varias denuncias ya por este tipo de comportamientos, las policías Local y Nacional no consiguen erradicarlos y desde entornos policiales llaman la atención sobre el hecho de que están con las manos atadas porque les denuncian, pero quedan libres y no pueden hacer nada más que volver a sancionarles una y otra vez, sin que consigan que cumplan las limitaciones de movimientos aprobadas a nivel estatal.
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