El servicio de paquetería aumenta un 25% en la provincia durante el confinamiento
Por Marisa Ciordia
Las múltiples empresas de paquetería que siguen operando durante el estado de alarma han tenido que ajustarse a los condicionantes de la situación excepcional.
Priorizando la seguridad de sus plantillas o productos de primera necesidad en algunas de ellas, modificando algunos aspectos de los procedimientos de entrega, entre otras poniendo su operatividad al servicio de las autoridades e incluso suspendiendo temporalmente el servicio en códigos postales donde hubiera confinamientos domiciliarios masivos por contagio de COVID19.
En el caso de Correos por ejemplo, desde el inicio del confinamiento se redujo la plantilla presencial y se limitó el horario de atención al público de 09.30 a 12.30 horas. También hay empresas que temporalmente han suspendido sus servicios contra reembolso o que han advertido a sus usuarios, como Amazon Prime, que aquellos productos que no sean de primera necesidad tendrán un plazo do entrega mayor al habitual.
Daniel es uno de los trabajadores del sector que durante estas semanas de confinamiento ha visto cómo el ritmo de su trabajo se ha incrementado. Es empleado de la empresa UPS que opera en la provincia de Pontevedra. Para atender este área han tenido que contratar más personas, al menos un par de trabajadores.
Antes de volver a su furgoneta tras hacer una entrega, le solicitamos responder a unas preguntas: "si no es mucho tiempo...no puedo parar" se disculpa. "Hay mucho más trabajo desde que la gente se tuvo que quedar en casa, un 25% más, seguro", afirma. Traducido en cifras dice que son más de mil entregas al día dentro de la provincia, las que están haciendo.
Están operativos desde primeras horas de la mañana hasta últimas horas de la tarde. Una máxima han de tener todo el tiempo: contacto cero. Para ello, cuentan con las correspondientes medidas de protección. Daniel lleva su uniforme además de guantes de seguridad y su correspondiente mascarilla. "Todos vamos protegidos, date cuenta que tenemos que entrar en los edificios", explica.
Pese a que seguramente el destinatario del paquete estará en su domicilio, se hace una llamada previa a la entrega. Entran las viviendas respetando las distancias de seguridad establecidas y hacen la entrega. Es aquí, donde las empresas han modificado sus procedimientos. En su caso registran los datos del cliente en sus dispositivos, haciendo un registro de entrega o recogida, pero no se procede a la firma en las terminales.
Hay otras firmas del sector en las que el usuario recibe un código QR en su móvil que ha de mostrar al mensajero; Correos Express también ha suspendido la firma en terminales, solicita la identificación a través del DNI y en este contexto suspende también los comprobantes de entrega en papel.
Teniendo en cuenta ese incremento de la demanda de envíos de paquetería en la provincia, ¿qué se pide? ¿se trata de productos necesarios para esta coyuntura excepcional? Más bien no. "Se compra de todo, hasta zapatillas deportivas (obviamos marcas), ¡ya me dirás, ahora que hay que quedarse en casa!".
Las demoras en entregas, de producirse, más que deberse a su ritmo de reparto, que no lo es; estriba en la recepción de determinados productos por parte de los proveedores a las empresas de paquetería.