El Concello de Barro y la dirección del Colegio programan trabajos de mantenimiento en el centro
Por Oskar Viéitez
Desde el inicio del Estado de alarma y la consiguiente suspensión de las aulas, el Concello de Barro decidió estrechar la colaboración con el CEIP de Barro, con el objetivo de que la nueva situación tuviese las menores consecuencias posibles en la educación de los niños del municipio.
El Concello siguió realizando las tareas de limpieza en el centro y se aprovechó este tiempo sin alumnado para hacer los pulimentos de los pisos y otras tareas no habituales, para que todo estuviese a punto para el momento en el que las autoridades competentes permitieran el regreso a las aulas.
Esta semana el alcalde, Xosé Manuel Fernández Abraldes se reunió con el equipo directivo del centro para analizar la situación actual y programar las actividades de mantenimiento que se realizarán en el colegio durante los meses de verano de cara al inicio del nuevo curso escolar.
Ya en el inicio de la crisis sanitaria, el Concello puso en marcha un servicio de impresión y reparto domiciliario de las tareas escolares a aquellos alumnos que no disponían de medios para hacerlo en la casa, con el que se está dando servicio a más de sesenta familias de Barro.
Con el propósito de reducir la brecha digital lo máximo posible y garantizar que todos los niños puedan tener las mismas oportunidades, se hizo el reparto de ordenadores portátiles y de tablets propiedad del colegio. Además, el Concello le facilitó a ocho alumnos del colegio público y del instituto routers inalámbricos para impedir que ningún alumno de Barro quede atrás por carecer de medios técnicos.
Desde el gobierno municipal aseguraron que es una prioridad que todo el alumnado de los centros educativos tengan las mismas oportunidades en esta situación atípica que estamos viviendo. "Por este motivo se está manteniendo una comunicación permanente con los centros educativos para colaborar en todo aquello que esté en nuestras manos", afirman.