Del barrio de A Parda no ha movido su residencia el protagonista de La playlist. Rafa Córdoba fue sietemesino y pese a los malos augurios salió adelante, por eso dice que "yo nací perdonado por la vida". Es un popularísimo pontevedrés, profesor con treinta y seis años de ejercicio y una chispa y sentido del humor innatos. Tanto es así que en el nacimiento de su tercera hija, el ginecólogo le propuso dejar su profesión y dedicarse a amenizar los partos del equipo médico.
Su afición al Pontevedra Club de Fútbol está con los primeros recuerdos de sí mismo, acompañado de su padre, de los amigos de su padre y de sus propios amigos. El primogénito de Rafa y Loliña ya venía avisando: "cuando me aburría hacía las retransmisiones del partido de fútbol en portugués, o de los grandes premios de motos".
Conoció a Mariví cuando estudiaba Magisterio, - por cierto fue el segundo mejor resultado de la Selectividad en Galicia - y aunque sus miras académicas estaban en Santiago, finalmente quedó en Pontevedra. Con cuarenta años enviudó y se quedó al frente de la familia con Sandra, Laura y Victoria, sus hijas. Ellas son "mis jueces y fiscales" y reconocen en su padre "el delito de ser un chillón".
Su paso por el programa de PontevedraViva Radio nos deja un buen puñado de anécdotas, como la de la ocasión en que conoció a Massiel. Estos últimos días ha sacado una nueva titulación: la de abuelo, que le ha traído Pablito. A buen seguro es y será motivo para que, como dice él, se le amontone el chollo con las emociones.