El mundo está pendiente de la comunidad científica a la espera de que de sus laboratorios salga esa vacuna que devuelva la verdadera normalidad. Mientras tanto los científicos españoles se movilizan virtualmente; algo que llevan haciendo años en la calle para evidenciar la precariedad laboral en que se desenvuelven. Un ejemplo de la tesitura es la bióloga pontevedresa Andrea Muras, a la que traemos al programa Mientras esto dure.
Hasta la pasada semana estaba contratada por la Universidad de Santiago. El grupo de Aquabiotec de la USC, en colaboración con odontólogos del Sergas
e investigadores de la empresa Dentaid, han realizado una investigación que abre la posibilidad de nuevos tratamientos para las enfermedades bucodentales, la cuarta patología más cara de tratar en el mundo.
Han conseguido con una enzima patentada reducir el 80% de placa dental. "Es muy interesante porque si eres capaz de prevenir la placa dental y tienes una higiene bucocental normal va a reducir muchísimo este tipo de enfermedades" además de otras dolencias que van asociadas a las patologías bucodentales. La investigación por ahora seguirá, pero con menos recursos humanos. Es la situación de este proyecto y como apunta esta bióloga "salvo algunos grupos superpotentes la mayoría estamos viviendo al día".
"Son momentos económicos muy complicados, pero si se quiere que aportemos a la sociedad nuestro conocimiento, también necesitamos unas condiciones dignas" recuerda Andrea Muras el mismo mes en que el Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación refleja unos recortes del 40% y deja sin financiación a más de mil quinientos proyectos avalados por satisfactorias referencias científicas. "Es muy importante que los científicos estén trabajando en muchos tipos de conocimientos porque puede llegar un momento - como ha pasado ahora - en que esos conocimientos sean fundamentales", dice en PontevedraViva Radio.
La sociedad también necesita saber cómo funciona la Ciencia, cómo son los procesos científicos y el ejemplo es la situación actual. "No se puede pretender que ante algo nuevo, se pueda conseguir de repente un medicamento o una vacuna. Hay muchos grupos que están trabajando en ello y es gracias a que había grupos que ya estaban estudiando estos virus". Se ansía un remedio cuanto antes, pero expone esta reflexión: "es supercomplejo porque no solo hay que demostrar que ese remedio es efectivo frente al coronavirus, sino también hay que demostrar que la protección no tenga efectos secundarios que puedan perjudicar. Es mejor estar seguros que hacer una vacuna rápidamente y que no sea la solución".