Ecoloxistas en Acción concede "banderas negras" a Ence y al Puerto de Marín
Por Oskar Viéitez
El colectivo Ecologistas en Acción acaba de presentar el informe "Banderas Negras 2020" en el que denuncian los casos más destacados por motivos de contaminación y mala gestión ambiental. En esta edición en Galicia son 6 banderas negras. Tres por "mala gestión", que son para el Puerto de Marín, en la provincia de Pontevedra, la Playa de las Delicias en la provincia de A Coruña y La Mariña lucense.
Las "banderas negras por contaminación" son para la Playa de Lires, en la provincia de A Coruña, a la fábrica de ENCE, en la provincia de Pontevedra y a la factoría de Alcoa en San Cibrao en la provincia de Lugo.
En una rueda de prensa celebrada este martes en Pontevedra, la coordinadora de la Asociación Verde Gaia, Sabela Iglesias, ha explicado que el motivo que llevó a otorgar la Bandera negra al Puerto de Marín, es por la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que legaliza los rellenos "que anteriormente foran declarados ilegais en sentenza firme".
Según Ecologistas en Acción "a administración pública manipula e engana, e todo isto con diñeiro público para non asumir as ilegalidades cometidas".
Para Sabela Iglesias, la sentencia del TSXG "é un cachondeo, unha tomadura de pelo, unha carallada" y ha añadido que "o poder económico en total connivencia co poder político utiliza ao poder xudicial para o seu interese".
Por su parte el presidente de la Asociación por la Defensa de la Ría (APDR), Antón Masa, fue el encargado de explicar los motivos que llevan a otorgarle un año más la bandera negra a la fábrica de ENCE en el concello de Pontevedra.
Según ha dicho Antón Masa, consideran merecedor de la bandera negra a la papelera "pola combustión de aceites usados na planta de biomasa de Ence", una práctica que está absolutamente prohibida en la Unión Europea por las consecuencias negativas en la salud humana y sobre el medio ambiente.
El presidente de la APDR afirmó que, de acuerdo con los datos facilitados por distintas empresas suministradoras, desde hace unos 5 años ENCE adquiere anualmente del orden de 18.000 toneladas de aceites usados procedentes de motores de automóviles, de maquinaria agrícola o industrial, que solamente fueron sometidos a un proceso de eliminación de agua y sedimentos, por lo que permanecen en ellos los posibles metales pesados, PCBs y otros contaminantes que se producen por degradación durante el tiempo de utilización anterior como lubricantes.
Antón Masa aseguró que "esto supón a comisión dun novo delito ecolóxico continuado e tentaremos conseguir unha vez máis unha condena".