Escupitajos, 'calvos' y un autobús: el accidentado paso a disposición judicial de los detenidos en la redada antidroga
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
Creada y actualizada
Creada y actualizada
El juzgado de guardia de A Parda vivió durante la mañana de este viernes una accidentada puesta a disposición judicial de los detenidos en la macro operación antidroga conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil contra la familia de los Ferrados, los antiguos Butaneros. Los detenidos pasaron la disposición en horario de mañana y tarde, en una maratoniana jornada que finalizó con la puesta en libertad de cinco personas y el ingreso en prisión de otras cinco.
El paso a disposición fue accidentado por la actitud de los detenidos o, en especial, de uno de ellos. El hombre, que tenía la cara tapada con mascarilla y una capucha, es uno de los hermanos Outón Mora, hijos del cabecilla del grupo familiar. Hace año y medio, en un juicio en la Audiencia Provincial de Pontevedra, uno de ellos, Valentín, también hizo un "calvo" a los periodistas que cubrían un juicio contra él.
A su llegada al edificio judicial, y cuando ya estaba a punto de entrar en el mismo custodiado por agentes de la Guardia Civil, se bajó los pantalones y mostró el culo a los fotógrafos y cámaras de televisión que estaban cubriendo la noticia. Minutos después, cuando abandonaba el edificio tras comparecer ante el juez, y al encontrarse a apenas 2 metros de los reporteros gráficos, se bajó la mascarilla y escupió hacia dos de ellos.
El comportamiento de este hombre, que según algunas fuentes es miembro de la familia de los Ferrados, le valió una reprimenda por parte de una agente de la Unidad contra el Crimen Organizado (UCO) de la Guardia Civil que le custodiaba. "Súbete el pantalón", le pidió. Y le pidió al menos dos veces: "Compórtate". La respuesta del detenido estaba dirigida a los reporteros gráficos: "Si no tienen vergüenza ellos, yo tampoco". Y mostró cierta insumisión a la petición de la agente: "Yo me bajo los pantalones todos".
Los primeros arrestados han empezado a pasar a disposición judicial a primera hora de la mañana tras haber llegado a los juzgados de A Parda en varios vehículos de la Policía Nacional y la Guardia Civil y el juez dictó una resolución pasadas las siete de la tarde.
En total, pasaron diez detenidos, a los que hay que sumar otros dos que ya quedaron en libertad el jueves en sede policial -uno detenido y el otro investigado-. El magistrado del Juzgado de Instrucción número 2 de Pontevedra ha decretado el ingreso en prisión de cinco, prisión provisional, comunicada y sin fianza para cuatro y con fianza para el quinto. Todos ellos están investigados en el marco de una causa en la que se investigan delitos contra la salud pública, organización criminal y blanqueo de capitales.
Los otros cinco detenidos fueron puestos en libertad provisional sin fianza, con obligación de comparecer una vez al mes. También siguen investigados en la causa, al igual que los dos que quedaron libres el jueves.
En concreto, la Policía Nacional movilizó varios coches patrulla para trasladar a los cinco detenidos que pasaron la noche en la Comisaría Provincial de la calle Joaquín Costa y la Guardia Civil desplazó hasta los juzgados pontevedreses un autobús con varios detenidos y otros en un furgón. En total, otros cinco, hasta sumar diez que declararon ante el juez durante el día
Los vehículos policiales empezaron a llegar a los juzgados a partir de las 9 de la mañana, si bien los detenidos no empezaron a desfilar por el juzgado hasta las diez.
El juzgado pontevedrés que lleva el caso ha decretado el secreto de las actuaciones y no existe prácticamente información oficial al respecto, pero fuentes consultadas por PontevedraViva han confirmado que se han producido una docena de detenciones e investigaciones, el grueso de ellas el miércoles y dos más el jueves. Los últimos detenidos el jueves fueron puestos en libertad ya en sede policial.
La operación está centrada en un conocido clan de narcotraficantes que operaría desde distintos puntos de Galicia, si bien tiene su centro de operaciones en Poio y Pontevedra. Se trata del clan de Los Ferrados, los anteriormente conocidos como los Butaneros, si bien no ha trascendido la identidad de los detenidos. Entre ellos sí figura el supuesto cabecilla del grupo, Valentín Outón, y dos de sus hijos.
Conoce aquí todos los detalles del resultado de la investigación.