Doce marineros, confinados en un barco por covid-19: Las familias denuncian que están en condiciones "inhumanas"
Por Alejandro Espiño
Hace ya 48 horas que el barco de pesca "Sanamedio" ha llegado al puerto de Marín. Lo hizo con toda su tripulación, doce marineros, contagiados por la covid-19. A pesar de su estado de salud -tres de ellos son personas de riesgo-, las autoridades sanitarias aún no han autorizado que puedan desembarcar y las familias han estallado.
"Están en una situación infrahumana", explica María Soliño, cuñada de uno de estos marineros a PontevedraViva. "No están en un trasatlántico sino en un buque de pesca", añade.
El "Sanamedio" zarpó de Marín rumbo al caladero de Gran Sol hace apenas dos semanas. Iba trabajar en aguas británicas hasta navidades, con descargas puntuales en Irlanda. Pero ya nunca llegó a su destino. Uno de los marineros comenzó a mostrar síntomas de la covid-19 a los diez días de iniciar el viaje.
"Tenía dolor en el pecho, fiebre alta y una tos muy fea", ha señalado esta familiar. Su positivo se confirmó tras un test rápido hecho a bordo. En principio iba a desembarcar en Irlanda "pero no saben si se negaron a recibirlos pero al final los mandaron para aquí".
Las condiciones a bordo del barco, relata la cuñada de uno de estos marineros, "eran cada vez peores" y la tripulación empezó a sufrir tos y pequeños resfriados. Al llegar a Marín, se confirmó el peor de los diagnósticos. Los doce marineros habían contraído la infección.
"Era imposible cumplir el protocolo. Con el temporal apenas podían salir de los camarotes y la carga viral era mucho más peligrosa. Estaban ahí todos expulsando virus", relata María.
Apunta que "para mi cuñado es una situación muy peligrosa", ya que sufre de manera crónica obstrucción pulmonar por lo que "cualquier resfriado puede derivar en neumonía". A pesar de ello, las autoridades les mantienen en cuarentena dentro del barco.
"A él le entró pánico porque sabe bien lo que tiene", subraya esta mujer, que lamenta que hasta ahora las continuas llamadas a las autoridades no hayan tenido efecto.
A pesar del buen trato que han recibido por parte de la casa armadora, que tiene su sede en Beluso (Bueu), los marineros siguen confinados en el barco. "Están cuatro personas en cada camarote y apenas pueden moverse por el pasillo", lamenta esta familiar.
Además, la tripulación les traslada que apenas tienen ventilación, no les quedan mascarillas y la lavadora está estropeada "por lo que ni siquiera pueden lavar su ropa".
Desde la Autoridad Portuaria explican el "Sanamedio" está atracado en un muelle "aislado" y en donde no hay más movimiento de mercancías. El barco está "cercado" y tiene un perímetro de cierre para que nadie se acerque a las inmediaciones.
"De momento nos han dicho que no desembarquen. Estamos a la espera de instrucciones por parte de Sanidade", añaden. Hasta el momento, todos los pasos dados por el puerto, insisten, han sido requeridos por las autoridades sanitarias.