Pontevedra fue la primera ciudad en España en imponer la velocidad 30 en todas sus vías urbanas. Hace un año, fue también pionera en rebajarla a 10 en el centro histórico y en zonas de preferencia peatonal. Con la nueva ordenanza de movilidad, que ya ha entrado en vigor, los vehículos deberán reducir su marcha a 6 kilómetros por hora si tienen peatones cerca.
Es una de las principales novedades de una normativa municipal que, entre otras cuestiones, impide que las bicicletas y los vehículos de movilidad personal -los patinetes eléctricos- circulen por las aceras o por calles de uso exclusivo peatonal.
Para divulgar los aspectos que regula esta ordenanza de movilidad, el gobierno municipal ha decidido activar la campaña "Pontevedra Suma", una iniciativa que según el edil de Mobilidade, Demetrio Gómez, será "realmente intensa" entre los ciudadanos.
Esta normativa "é sinxela", ha señalado el concejal, porque "o que fai é adaptar as normas ao xeito que xa temos de movernos" y que ha contribuido a que Pontevedra sea una ciudad "segura e tranquila" y en la que se puede circular "sen problemas".
El Concello ha editado una serie de folletos que recogen los principales aspectos de esta ordenanza, mostrando por donde pueden circular y en qué condiciones los diferentes usuarios de las vías públicas, situando siempre al peatón como prioridad en los desplazamientos.
Estos trípticos, ha destacado Demetrio Gómez, "transmiten a norma legal sen que resulte árida" y se complementarán con "mupis" en las calles y con la colaboración de diferentes colectivos, entre ellos tiendas especializadas en bicicletas, autoescuelas o la asociación de skaters, que recibirán unas jornadas de formación para convertirse en "informadores".
Además, si la evolución de la pandemia así lo permite, el Concello quiere organizar a finales de noviembre una "festa da mobilidade" en la que, a través de una yincana, la gente pueda completar tres recorridos diferentes utilizando sus respectivos medios de transporte.