Una marinense corre Pontevedra-Santiago de un tirón para apoyar la investigación en esclerosis múltiple
Por María José Pita
Quedan apenas dos días para que se cierre la recaudación de fondos de la Campaña Kilómetros a favor de la esclerosis múltiple: 1 km - 1 euro, que ha puesto en marcha Raquel Carragal.
El pasado sábado, la marinense realizaba el reto que ha sido el motor de esta iniciativa: "unir Pontevedra -Santiago de Compostela corriendo para recaudar fondos para la investigación de la esclerosis múltiple y ayudar a encontrar una curación a la enfermedad", como explica en la web del proyecto.
Raquel ¿por qué este proyecto en favor de la Fundación GAEM, Grupo de Afectados de Esclerosis Múltiple?
Yo soy readaptadora deportiva, aquí tengo un centro en Marín que se llama Aläia. Y tengo varios clientes que tienen enfermedades neuromusculares, personas que han tenido un ictus, enfermedades por ejemplo mitocondriales, miopatías inflamatorias... Y entre estas también pacientes con esclerosis múltiple. Hay un caso muy especial que es un chico de 47 años que llevo trabajando con él casi un año y que en este tiempo tuvo mucha mejora.
Te puedo decir que hace un año no era capaz de bajar una escalera y ahora ya lo conseguimos. Es ser un poco autosuficiente dentro de lo que la enfermedad nos permite. Entonces esta iniciativa era un poco un empujón para decirle que vamos a salir adelante, porque yo creo que en la investigación está la esperanza. Solo en España hay 55.000 personas con esclerosis múltiple y, en estos tiempos, falta financiación y las investigaciones están muy limitadas. Así que pensé en aportar mi granito de arena.
Tengo entendido que cuando te planteaste el reto tu objetivo era más modesto.
Cuando empecé puse la cifra para recaudar de 100 euros, porque entiendo que estamos en una situación económica difícil para la gente con la pandemia, y cuál fue mi sorpresa que cuando llevaba 4 o 5 horas ya estábamos en 300 euros. Entonces fue cuando me dijeron que podríamos poner mil euros, que es la siguiente horquilla, y venga, a ver si lo conseguimos.
Para animar las donaciones decides correr sin parar entre Pontevedra y Santiago, por el Camino Portugués, el pasado sábado 15 de mayo, un día además que amaneció con temporal.
Aunque parezca raro, yo soy muy buena gallega y me encanta correr con lluvia. Y cuanto peor tiempo haga para mí es más rock and roll. Sabía que iba a hacer mal tiempo y así fue, y lo disfruté muchísimo. Salí temprano de Pontevedra, a las 6 y pico de la mañana y fui sola. Cada 6 o 7 kilómetros mi marido iba en coche y donde podía me esperaba con el coche abierto por si yo necesitaba recargar algo, comida o agua.
Lo que llevo siempre cuando hago recorridos largos es plátano, naranja, chocolate, frutos secos y miel. Hasta Caldas llovía suave, era poalla así que bastante bien. Y a partir de ahí hubo un montón de viento y lluvia y no paró. También me encontré algún peregrino. Para mí en parte era como hacer un camino para mí sola, un reseteo de todo este año de pandemia, las preocupaciones de llevar el negocio, todo.
¿Cómo superaste ese último tramo, que también preveías complicado por el cambio de terreno?
El último tramo, que es Padrón-Santiago, para mí es el más duro porque hay más carretera, asfalto, no es bosque como el camino anterior. Pero me mentalicé tanto de que iba a ser muy duro que hasta se me hizo corto. Cuando llegué a Santiago, a kilómetro y medio de la Catedral ni me creía que ya estuviese allí y aproveché para grabar unos vídeos y se los dediqué a mi marido, a mis hijos y a mi madre. Hice el último kilómetro y medio llorando de emoción hasta que llegué al Obradoiro.
Y todo ese recorrido de 70 kilómetros lo has hecho de un tirón.
Al final hice 8 horas 47 minutos corriendo, no paré, solo para coger un plátano o beber, ni sentarme ni nada, y la verdad que muy bien, me sentí fenomenal, no tuve ningún dolor ni nada por el estilo y lo disfruté muchísimo, para mí fue un regalo hacerlo, lo volvería a hacer con los ojos cerrados, por esta o por otras causas. Yo solo pongo piernas y corazón, el mérito lo tiene la gente enferma que todos los días se levanta y tiene que luchar contra la enfermedad. Esos sí que tienen mérito, no yo que voy un día corriendo.
Y de entre esas personas hay una especial, el paciente con esclerosis múltiple que mencionaste.
La primera persona que lo supo fue él, porque yo llevaba un tiempo preparando el reto, pero no quise decirlo hasta estar preparada. Le escribí la semana anterior un whatssapp y le dije: "¿sabes que el sábado hago un reto, que voy a Santiago corriendo?". Y él me vacila: "tú está loca". Y le contesto: "ahora vas a saber la causa, y le mandé el cartel". Su respuesta fue: "no existe un emoticono aún para agradecerte lo que haces". Y luego su familia también me escribió para agradecerme lo que estaba haciendo con él.
Mi sorpresa también fue cuando me empezó a escribir gente con esclerosis, o con amigos o familiares, que me daban las gracias, por darles visibilidad. Incluso niños que me trajeron dinero de la hucha para donar. Y el sábado iba recibiendo mensajes que no podía contestar porque iba corriendo pero sí los leía y me emocionaba la gente animando, incluso personas que ni siquiera conocía. Y me daba un subidón.
Con tantas emociones, no sé si es el momento de preguntarte si te veremos en nuevos retos o aún tienes que reposar esta experiencia.
Siempre digo lo mismo, pequeños movimientos locales es lo que genera cambios a nivel global, y si todos sumamos conseguiremos ayudarnos unos a otros, que al final es de lo que se trata. Al día siguiente del reto me escribieron personas que se ofrecían a acompañarme si lo repetía el año que viene. Además tuve la suerte de hablar con la gente que organiza la Pontevedrada, que es una iniciativa para unir Pontevedra y Santiago caminando a favor de las donaciones de órganos. Llevan dos años sin poder hacerlo por la pandemia y a raíz de este reto hablamos y me regalaron dos colgantes de los que llevan ellos, que los hacen en madera pirograbada.
En una madera me grabaron por un lado una vieira y en el canto los nombres de mi marido, mis hijos y mi perro con el lema "con ellos, con los de siempre y para siempre"; y luego en la otra madera sale mi nombre y en el canto pone "lo único que necesitas está en tu corazón, vuela". Esa frase la pensé mucho durante el camino. Y ellos me decían que quién sabe si de esto puede salir una iniciativa y yo les contesto que en la vida todo tiene que fluir y si sale algo más, que salga, y si queda como algo anecdótico también. Pero sí, ya le estoy dando vueltas y me gustaría después del verano hacer algo.