Clamor en Estribela tras el atropello mortal: "Esto se veía venir. En cualquier momento iba a pasar"
Por Alejandro Espiño
En una Estribela conmocionada todavía por el trágico suceso registrado ayer, comienza a aflorar otro sentimiento: la indignación. Y es que los habitantes de este lugar, limítrofe ya con Marín, están hartos de denunciar el mal estado en el que se encuentra la zona.
"Esto se veía venir. En cualquier momento iba a pasar esto o mucho más", explican Ricardo y Esperanza, residentes en Estribela, a PontevedraViva. Los vecinos llevan años exigiendo medidas de seguridad en un vial, la PO-546, en donde no hay elementos de calmado de tráfico.
Los coches "suelen pasar a muchísima velocidad", asegura Ricardo, lo que sumado a pasos de peatones borrados y una escasa visibilidad, hace que el riesgo sea mayor. "A ver quién cruza esta carretera de noche. A veces ni de día te atreves", añade.
Isabel lleva más de cuarenta años viviendo en Estribela. "Estamos abandonados totalmente", señala antes de cruzar el paso que debe atravesar a diario para acudir al supermercado. "Por mucho que se llame a la Xunta -titular de esta carretera- aquí no viene nadie", lamenta.
Ella, como la mayor parte de los residentes, reclama "que se pongan semáforos o algo" en los cruces más peligrosos "o lombos de esos" y más cuando los peatones, en ocasiones, tienen dificultades para caminar "porque los coches aparcan encima de las aceras".
En eso coincide también Isolina, que defiende que se instalen lombos y que se reduzca el límite de velocidad para circular por esta carretera. "Es lo que hace falta porque aquí van como locos", apunta. Cree que el barrio está "muy descuidado", debido a un "cúmulo de todo".
El CONCELLO PIDE MEDIDAS DE CALMADO
Tras el atropello de Estribela, en el que falleció una mujer de 68 años y resultó herida grave su nieta de 6 años, desde el gobierno municipal de Pontevedra han querido transmitir sus condolencias a la familia y han lamentado que se haya producido esta desgracia.
"O risco cero non existe", ha señalado el edil Alberto Oubiña, quien sin embargo ha recordado que esta carretera carece de elementos de calmado de tráfico, a pesar de las reiteradas reclamaciones hechas ante la Xunta por el Concello y la asociación de vecinos.
Después de recordar que "os lombos salvan vidas", el concejal nacionalista entiende que "non se pode agardar máis" por la reforma de esta carretera. Para elevar los pasos de peatones o pintar las marcas viales "non fai falta un gran proxecto", ha añadido Oubiña.
Desde el Concello exigen a la Xunta que actúe "inmediatamente" para corregir los problemas de seguridad de la PO-546, pero no solo en el trazado proyectado, entre la rotonda de Praceres y Marín porque "non é suficiente", sino en todo su recorrido hasta Pontevedra.
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