Dos años de cárcel para un hombre que reveló que su pareja era gay y portador de VIH
Por Alejandro Espiño
Sacar del armario a alguien, la forma en la que popularmente se conoce el momento en el que una persona habla de manera pública acerca de su condición sexual, y hacerlo a la fuerza o en contra de su voluntad, es un delito.
Así lo ha sentenciado la Audiencia de Pontevedra, que ha condenado a dos años de prisión a un hombre que reveló la homosexualidad de su pareja tras romper con él. Lo hizo además colocando carteles y haciendo pintadas en su entorno familiar y laboral.
Las magistradas de la sección cuarta de la Audiencia confirman la sentencia de primera instancia que había emitido el juzgado de lo penal número 3 de Pontevedra, condenando al acusado por un delito contra la integridad moral de su exnovio.
Además de la pena de cárcel, se le ha impuesto una orden de alejamiento con respecto a la víctima durante cuatro años y tendrá que indemnizarla con 18.240 euros.
La sentencia considera probado que la pareja mantuvo una relación durante cinco años, entre 2010 y 2015, que mantuvieron en secreto y durante la que no convivieron de manera regular.
Tras la ruptura, el acusado "guiado por el ánimo de menoscabar su dignidad, menospreciarlo y denigrarlo", subrayan las magistradas, hizo pública su condición sexual y su estado de salud como portador de VIH "para que fuese conocido por todos en su ámbito familiar y laboral".
Lo comunicó a través de pintadas, carteles y panfletos en los que incluía la foto de su exnovio o cartas manuscritas y a ordenador en las que, junto con su imagen y la información del VIH, incluía expresiones como "puto maricón", gay, maltratador, cabrón, delincuente y falso.
Las pintadas aparecieron, entre otros lugares, en una marquesina de autobús a 100 metros de su casa, en diversas playas de Sanxenxo y O Grove o incluso en las inmediaciones del hotel en el que trabajaba, asegurando que el establecimiento estaba "lleno de SIDA".
Debido a estos hechos, la víctima perdió su empleo como camarero, que había desempeñado durante once años, según recoge el fallo judicial.