Primavera de 2021, este era el plazo que la Delegación del Gobierno en Galicia había dado en octubre de 2020 como referencia temporal para proceder a la inauguración del paseo maritimo entre Pontevedra y Marín. Un acto protocolario que tendrá que seguir demorándose mientras la obra - concluida en su primera fase -, tiene el acceso y utilización vetada para la ciudadanía.
¿Cuál es el motivo por el que los viandantes de topan con una zona vallada que les impide continuar su actividad al aire libre en este nuevo vial?. Un problema jurídico.
Esta actuación - del Ministero de Transición Ecológica, concretamente Costas - que conlleva una inversión de dos millones y medio de euros contempla dos fases en un contrato único que se adjudicó a la empresa San José. La primera, que es la que está ejecutada, consistió en un paseo para peatones y ciclistas a lo largo de la PO-12 y una segunda fase que comunicará con la pasarela peatonal de Placeres.
La segunda parte, de casi 800 metros de longitud y que supondrá levantar una estructura pilotada sobre la ría, es la que tiene que ser revisada para poder comenzar su ejecución y la que mantiene paralizado hasta la fecha el proyecto. Actualmente la Abogacía del Estado busca una solución al contrato en vigor con San José que no resulte gravosa ni para la empresa ni para la Administración.
La situación conlleva igualmente que esta primera fase del proyecto no se haya entregado al Concello de Pontevedra, que será la administración que se encargue de su mantenimiento. No obstante, según las fuentes consultadas, una vez resuelto el escollo burocrático, el Concello podría recepcionar el primer tramo sin tener que esperar a la ejecución de la segunda fase.