La historia del siglo XX, a través de su moda: del fin del corpiño al "valor de la comodidad" post pandemia
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
Conocer la historia del último siglo a través de su moda. Esa es la oportunidad que ofrece el nuevo curso que se imparte desde esta semana en el Edificio Castelao del Museo de Pontevedra. 'Alegatos a medida. Indumentaria do século XX' se desarrollará a lo largo de diez sesiones, una semanal cada miércoles de 19.00 a 20.30 horas y, en ellas, Carolina Munáiz ayudará a los asistentes a entender mejor los vínculos entre los acontecimientos económicos e históricos y la forma en que las personas lo expresan a través de su moda.
Carolina Munáiz (Pontevedra, 1976) es docente en la Escuela Superior de Diseño de Moda Formarte de A Coruña, titulada en Ilustración y con formación en la Escola de Canteiros de Pontevedra. A lo largo de los tres próximos meses, será la responsable de trasladar ese punto de vista de "la moda como un elemento de expresión, como un lenguaje expresivo y creativo" y también de su reflejo y retroalimentación en otras disciplinas.
Así, se podrán conocer las vinculaciones de la vestimenta con las actividades musicales, cinematográficas y con las creaciones artísticas, a través de diez capítulos que serán como una crónica histórica que comenzará a finales del siglo XIX con la aparición de la figura del modisto, una idea de la alta costura que sigue hasta día de hoy. Será fundamental la figura de Charles Frederick Worth, que "desde París irá imprimiendo su gusto a las clientas".
Como ocurre a lo largo de casi toda la historia, se trata de clientas privilegiadas de la alta burguesía y de la Corte, pero la novedad en estos últimos años del siglo XIX es que aparece el olfato empresarial. Worth empezará a mostrar sus colecciones, creando distintas temporadas. "Irá sumando a la confección y a la costura, el deseo, la seducción, las ganas de la novedad. Y ahí los ritmos se irán apresurando hasta la actualidad", explica Munáiz.
Durante las sesiones Carolina Munáiz se hará también una parada en los primeros años del siglo XX y Paul Poiret, una figura ya reconocida por aquellas calles del centro de París a comienzos del siglo que tenía una gran inclinación por la creatividad artística y por la pintura. Llevado por las ansias de sumarse a una carrera vanguardista que ya había iniciado en la pintura "querrá también imponer una nueva silueta", de ahí que sea uno de los pioneros y firme defensor de "apartar el corsé de la silueta femenina y liberarla". Será el inicio del fin del corpiño.
Esos inicios del siglo XX serán una década optimista, la Belle Epoque, que se verá truncada por la Primera Guerra Mundial, que dejará un panorama desolador. Tal y como recuerda Carolina Munáiz, se pasará del optimismo y el progreso, de la fe en la ciencia y en la industria a una guerra que acabará con todo, pero que, además, será el caldo de cultivo para una nueva forma de ver la vida.
Tras esos cuatro años en guerra, "surgirán unos año 20 guiados por una generación que ya no atiende a la moral ni a la ética ni a la estricta etiqueta de comportamiento" que antes imponían el Estado, la Iglesia y los padres. Tras el revulsivo de la guerra, llega "una especie de anarquía", la sociedad se mece en una especie de evasión, "la velocidad, el dinamismo, los coches, disfrutar de la vida, vivir el momento" que en el mundo de la moda se materializa en un nuevo tipo de mujer que "dará un paso adelante para equipararse a sus compañeros varones".
Ya liberadas del corsé, las mujeres se cortan el pelo y le suben el bajo a la falda. En este momento emerge Coco Chanel. Ella misma será su mejor modelo de estilo de estos nuevos tiempos que "se perfila liberada" y busca disfrutar el momento.
El crack del 29, sin embargo, será un paso atrás y en los años 30, con la gran depresión económica, la moda se vivirá "en términos de austeridad y de sobriedad". Según explica la profesora, "la mujer liberada y masculina de los años 20 se desvanecerá y será sustituida por una mujer a la que se le vuelve a reclamar un papel pasivo, casero".
Las décadas irán avanzando y las sociedades también. Tras la Segunda Guerra Mundial, la sociedad se va modernizando y los medios promulgan un estilo de vida exitoso norteamericano y "definirán a una mujer con un papel conservador", inaugurando unos años dorados de la alta costura. Ya en los años 50, tiene éxito y triunfa mundialmente el New Look de Christian Dior, una mujer que quiere olvidar los años de penuria de la guerra y de la crisis de los años 30 y "se deja mecer por la elegancia y por la exquisitez".
En este recorrido por la historia del siglo XX, "todo explorará en los revolucionarios y libertinos años 60, tanto para ellas como para ellos". Los movimientos sociales que reivindican los derechos LGTBI, las manifestaciones feministas por la igualdad y, en general una "heterogeneidad que llega a día de hoy" abrirán el espectro de la moda.
Llegarán luego años conservadores, con Ronald Reagan en Estados Unidos o Margaret Thatcher, la Dama de Hierro, en Inglaterra, un "capitalismo feroz" que promulgará desde las series televisivas "la ostentosidad, el aparentar, el barroquismo ochentero que conocemos".
La historia no se detiene, en los 90 toca pasar "vergüenza de la época anterior" y con el nuevo siglo y la sobreinformación de la llegada de Internet, "el ciudadano medio optará por dar la espalda a que le dicten" y optará por una moda casual.
El curso terminará con esa antimoda pudorosa de los 90, pero Carolina nos cuenta también cómo se vive el momento actual a través de su moda. "Vivimos en un punto en el que uno puede vestir a la manera que le de la gana", asegura.
Como herederos de concepto de auto expresión que surgen para quedarse desde los años 60 y 70, y tras tomar fuerza en el día a día el valor de la comodidad que se ha ido imponiendo en el siglo XXI, llega el momento post pandemia de la covid-19 en el que la etiqueta y el rigor se quedan a un lado, se opta por ropa deportiva y calzado cómodo. "Se aplica una comodidad en el vestir que podría traducirse también como una mayor permisividad a que cada uno viva como le dé la gana". Y a partir de aquí, la historia se seguirá escribiendo.