De los 112 árboles de la Alameda de Pontevedra sólo 17 están en perfecto estado
Por Oskar Viéitez & Mónica Patxot
El estado de salud de los árboles de la Alameda de Pontevedra concluye que de los 112 ejemplares que tiene este jardín histórico, tan solo 17 están en perfecto estado.
Hay cuatro árboles que suponen un riesgo alto por lo que serán talados de manera inminente. Son un tilo, dos chopos y un carballo que sufren defectos severos y suponen un riesgo elevado de caída. Otros 44 muestran una necesidad de intervención alta (con podas en la copa, retirada de cables o tratamientos fitosanitarios) y 46 árboles presentan una prioridad media para actuar con podas de seguridad. Así lo refleja el estudio elaborado por la empresa Arbogal por encargo de la Concellería de Desenvolvemento Sostible.
Entre las causas que provocaron este estado de salud hay motivos de origen natural (como hongos y enfermedades) y también actuaciones humanas como las distintas modificaciones en el terreno de la Alameda que "se compactó en exceso" e incluso algunos usos multitudinarios en este espacio central de la ciudad como las Fiestas de la Peregrina o la Feira Franca.
El jefe del servicio de Parques y Jardines del Concello de Pontevedra, Manuel Fontán añadió que el cambio climático también ha afectado a la salud de los árboles por el aumento de las temperaturas o los cambios en los ciclos de lluvia.
En rueda de prensa, el concejal de Desarrollo Sostenible, Iván Puentes, destacó que cada árbol analizado tiene su propio archivo descriptivo, con las respectivas acciones recomendadas y grado de prioridad. "Trátase do primeiro inventario dixital co ‘historial médico’ das árbores da Alameda e será unha ferramenta moi útil para previr caídas de exemplares", dijo el edil.
Iván Puentes estuvo acompañado en esta comparecencia por el gerente de Arbogal, Faustino Meis, y el ingeniero técnico forestal Rubén Caldas.
Este Estudio de Evaluación Avanzada de Riesgos incluyó, entre otras pruebas exhaustivas, una Visualización Técnica de Arborización (VTA) y el uso de resistografías.
Entre las acciones recomendadas en el informe Arbogal está evitar en lo posible la sobrecarga del terreno con grandes eventos festivos para no dañar el sistema radicular de los árboles.
El informe también recomienda que la poda de formación se lleve a cabo en especímenes más jóvenes y en desarrollo, para evitar problemas futuros; la sustitución y colocación de nuevos anclajes dinámicos para árboles que lo requieran; la VTA revisión de especímenes cada 2-3 años para evaluar su respuesta a las acciones tomadas y anual para aquellas más peligrosas y el análisis instrumental de especies con posibles peligros, troncos o ramas con cavidades, podredumbre o heridas internas para tratar de determinar el alcance de estas lesiones.
En cuanto a los ejemplares de gran tamaño situados en el perímetro de la Alameda, de cara a la calle, Arbogal aconseja su revisión y poda anual, para evitar que tanto los propios árboles, como algunos brazos o ramas de mayor tamaño, sobredimensionen, adquiriendo demasiada 'vela' o demasiado peso en sus extremos.
El conjunto de plátanos en la parte suroeste de la Alameda presenta problemas derivados de la longevidad de los ejemplares, con pudrición de tejidos y cavidades en zonas sensibles a árboles (inserciones de los brazos principales y cruce de los mismos). El informe concluye que los problemas de fragilidad y rotura de ramas de ejemplares maduros deben sumarse a la presencia de cuerpos fructíferos de hongos en algunos casos, que debilitan la resistencia mecánica de la madera colonizada y generan diferentes tipos de podredumbre.
En diferentes brazos principales y ramas secundarias de algunos árboles se ha detectado la presencia de un hongo llamado 'phelinus punctatus', bastante común en entornos urbanos, que puede provocar ramas y troncos rotos y fisiológicamente debilitados, así como una necrosis evidente. También se ha detectado, en menor medida, la presencia de antracnosis del plátano sombra ('apiognomía veneciana'), que provoca un debilitamiento del árbol que, si no se hace nada para paliarlo, puede desembocar en la muerte del árbol.
Los expertos de Arbogal aconsejan evitar la poda drástica y optan por hacerlo en las puntas de las ramas, donde se ubica precisamente la antracnosis, despejar bien las puntas para que haya buena aireación, recoger las hojas de otoño y quemarlas y, si es necesario, tomar realizar un tratamiento fungicida (si el ataque hubiera sido severo habría que repetirlo dos o tres veces a lo largo del año).
Otro problema que también se observó a nivel de copa, fueron los daños por estrangulamiento debido a alambrado que fue colocado hace años en diferentes ramas y que nunca se cambió, provocando daños importantes en las ramas principales de algunos árboles. Entre las afecciones mecánicas que produce el hombre se encuentran también las diferentes luminarias que se han instalado en la base de los árboles más distinguidos, a escasos centímetros del cuello, poniendo un foco a cada lado del tronco de estos ejemplares.
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