Pastora Soler y el mismísimo Joaquín Sabina fueron noticia en 2014 por las consecuencias del miedo escénico. Un episodio que también ha vivido y acaba de superar Alexandra Carrera, protagonista de este podcast del 'Cara a cara'. Es vilagarciana y cantante profesional. En estos momentos no puede vivir de la música porque la pandemia pasó la guillotina a las actuaciones en vivo, en este caso a la orquesta de verbenas para la que trabajaba.
Se formó en varias escuelas en canto y danza y accedió a la Escuela de Artes Escénicas de Víctor Ullateen 2015 a través de una beca para talentos. Durante esa estancia en Madrid consiguió formar parte de la Gospel Living Water como solista soprano, un proyecto musical que pretende acercar el góspel al público.
"Empecé a sentir miedo escénico. Se me secaba la boca, tenía muchos nervios, taquicardias, me temblaba la voz", recuerda. Una situación que le provocaba gran impotencia al no reconocerse a sí misma haciendo lo que sabía hacer. Decidió tomar las riendas de una forma contundente. Compró un altavoz para comenzar a cantar en la calle. Así, a finales del pasado septiembre, se plantó en la céntrica calle de Benito Corbal de Pontevedra.
"Tenía muchos nervios porque no sabía lo que me iba a encontrar. Me hice mi lista de reproducciones... y a ver qué pasaba". "No me esperaba la respuesta tan brutal de la gente, fue increíble. Se paraban, se acercaban y me daban la enhorabuena. A la tercera canción me dije: ya está, lo solté. Hacía tiempo que no me sentía tan bien conmigo misma" relata en PontevedraViva Radio.
La experiencia fue tan sanadora y gratificante, que decidió que tenía que repetir y así lo está haciendo un par de veces a la semana "mientras no esté trabajando en lo mío a tope".