La denuncia de una menor por abuso sexual de su padrastro, en la recta final cinco años después: vista para sentencia
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
La denuncia presentada por una joven pontevedresa en el año 2018 por un supuesto caso de abuso sexual encara finalmente la renta final. Cinco años después de los hechos, tres después de la denuncia, y tras dos suspensiones anteriores, este jueves el juicio ha quedado visto para sentencia, a expensas de la decisión del tribunal de la sección segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra.
La joven, que ahora ya es mayor de edad, denunció que cuando tenía 14 años, sufrió tocamientos y relaciones sexuales completas no consentidas con el que entonces era marido de su madre y padre de sus hermanas, y persona con la que convivía y al que consideraba de la familia. Su relato ha resultado plenamente creíble para la Fiscalía, que pide para el acusado una condena de 15 años y 9 meses de prisión. La joven y su madre también se han personado en la causa y se adhieren a lo que pide el fiscal.
Como ya sucedió en la primera sesión del juicio, el pasado 5 de octubre, la víctima y su madre recibieron el apoyo del Colectivo Feminista de Pontevedra, que se concentró a las puertas de la Audiencia Provincial. En esta ocasión, también se desplazó a la sede judicial el grupo de batucada, que puso ritmo a la protesta, con la que han querido respalda a la víctima y dejar claro que "se tocan a unha, tócannos a todas".
El movimiento feminista insiste en que estará apoyando a todas las mujeres que lo necesiten, en este caso, además, lo necesita, pues en la primera sesión del juicio incluso sufrió un ataque de ansiedad por el que tuvo que suspenderse su declaración.
La sesión de este jueves fue breve, apenas dos horas, y volvió a celebrarse a puerta cerrada para garantizar la identidad de la víctima. A su término, el fiscal y la acusación particular elevaron a definitivas sus conclusiones provisionales, por las que consideran al acusado autor de cuatro delitos de abuso sexual y un delito continuado de abusos sexuales, delitos que el movimiento feminista considera que deberían ser considerados agresión sexual o violación. La defensa pide su libre absolución.
El juicio tuvo que retomarse este jueves para tomar declaración a un testigo de la acusación que se conectó por videoconferencia y a un perito de parte de la defensa. Al término de la sesión, la abogada de la víctima, Sonia Castelo, evitó manifestarse sobre el resultado del juicio, a expensas de la decisión del tribunal, pero sí insistió en que tanto ella como el fiscal, Juan Carlos Aladro, indicaron en sus conclusiones finales en quex.
Así, recuerda que en los casos de abuso sexual habitualmente no suele haber mucha posibilidad de aportar pruebas porque ese trato de delitos cometidos en la intimidad del domicilio familiar, pero en este caso sí existe "bastante prueba documental, entre ella, whatsapp extraídos de las conversaciones con el acusado" y, además, existen "una pericial y testigos de referencia" que resultan concluyentes y se confirma "coherencia entre la declaración de la víctima y los testigos".
"Podemos decir que hubo suerte porque no habitual que en este tipo de delitos haya tanta prueba", insiste la letrada, que recuerda que en su informe el fiscal concluyó que la acusación "quedaba sobradamente acreditada".
Además, declaró en la vista un perito especialista en delitos sexuales sobre menores que concluye que "la sintomatología de la víctima coincide con la que derivada de un acoso sexual". Este experto, que toma parte de un programa puesto en marcha por la Xunta de Galicia y, es por lo tanto, de una entidad pública y no de parte, la trató en 25 ocasiones con posterioridad y llegó a esas conclusiones.
La víctima sostiene que los hechos comenzaron en el verano del año 2016. El primer día, aprovechando que su madre se había ido temprano a trabajar, el acusado le pidió que se acostara en la cama matrimonial y allí, la manoseó. Los tocamientos se repitieron varias veces e incluso en una ocasión en la que la hijastra "había bebido en exceso", según la Fiscalía, cuando ella estaba acostada y "sin permiso de la menor y movido por el ánimo de satisfacer sus deseos sexuales" mantuvo relaciones sexuales con ella.
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