Otea y Mora, las águilas de Harris encargadas de evitar a entrada de palomas en el Mercado
Por Redacción & Mónica Patxot
Cuando apenas quedan clientes en el mercado, casi todos los días varios ejemplares de palomas acceden a las instalaciones para intentar aprovechar los restos de comida que todavía se encuentren en las cercanías de los puestos de venta. Ante el problema de salubridad que provoca esta presencia de aves en el recinto, la concejalía de Promoción Económica, que dirige Yoya Blanco, ha decidido tomar cartas en el asunto y este lunes responsables de la empresa Larus Control se acercaban por la plaza de abastos.
Con ellos viajaban dos águilas de Harris (Parabuteo unicinctus), aves de presa de gran envergadura, cazadoras diurnas, que suelen actuar de manera conjunta, utilizando la cola para comunicarse entre ellas. Habitualmente son empleadas en los aeropuertos para espantar a diversos pájaros, habitualmente palomas, que dificultan los vuelos de los aviones.
Juan Fraga, representante de la empresa, indica que en este operativo se busca que Otea y Mora, que así se denominan, se encarguen de crear sensación de "miedo real" a las palomas con el objetivo de que no regresen al mercado de abastos. Las águilas realizan vuelos controlados de carácter preventivo y ante la presencia de estos animales depredadores, lo habitual es que las molestas columbiformes abandonen definitivamente el entorno, en este caso, la calle Serra.
Yoya Blanco, concejala de Promoción Económica, indicaba que se había escogido la jornada del lunes para este operativo al tratarse del día de menor actividad de ventas en el mercado durante toda la semana.