El Comité de Sabias de la Cátedra de Feminismos 4.0 denuncia a pasividad de las grandes corporaciones ante la misoginia en internet

Pontevedra
11 de febrero 2022

Este órgano consultivo anuncia la adhesión de Lorena Fernández, ingeniera informática y directora de comunicación digital de la Universidad de  Deusto

Una mujer trabajando en una oficina
Una mujer trabajando en una oficina / Ministerio de Trabajo

El Comité de Sabias de la Cátedra de Feminismos 4.0 de la Deputación de Pontevedra y la Universidad de Vigo, reunida este viernes al amparo del Día Internacional de la Mujer y de la Niña en la Ciencia, señaló que la búsqueda del beneficio económico está detrás de la pasividad y permisividad de las grandes corporaciones comerciales digitales respecto a la misoginia en Internet y solicitó una mayor regulación para acotar y eliminar las violencias machistas en la Red. 

Esta exigencia es una de las conclusiones de la reunión, en la que se hizo balance de las acciones realizadas en 2021 por la Cátedra y se debatieron propuestas para este año. 

En el encuentro también participaron la presidenta de la Deputación, Carmela Silva, y el rector de la Universidade de Vigo, Manuel Reigosa, así como la directora de la Unidad de Igualdad, Águeda Gómez.

Además, se anunció la incorporación de Lorena Fernández Álvarez en este órgano consultivo que tiene ya 15 sabias, mujeres expertas en diferentes ámbitos profesionales. La nueva integrante es ingeniera informática y directora de comunicación digital de la Universidad deDeusto. También forma parte del grupo experto de la Comisión Europea Gendered Innovations para analizar el impacto de no incorporar la perspectiva de género en la inteligencia artificial.

Para la presidenta de la Deputación, Carmela Silva, "con esta iniciativa avanzamos y vamos a avanzar mucho más, porque cuando la razón está del lado de lo que se quiere hacer no hay quien lo pueda parar". 

MAYOR REGULACIÓN DE LAS PLATAFORMAS DIGITALES

Las sabias integrantes del Comité reconocieron que los discursos misóginos y de violencia machista que se producen en Internet y en las redes sociales proceden de una minoría, pero que debe ser aislada

Y, en este sentido, todas coincidieron en atribuir una gran responsabilidad a las grandes corporaciones empresariales que son propietarias de las plataformas digitales dominantes, aunque también apuntaron que estamos ante una responsabilidad colectiva. 

"La responsabilidad es de quienes actúan, pero también de quienes miran hacia otro lado"

"La responsabilidad es de quienes actúan, pero también de quienes miran hacia otro lado", aseguró Ana Vila-Concejo, profesora en la Facultad de Ciencias, Escuela de Geociencias de Universidad de Sydney.

Por su parte, Lorena Fernández acercó ejemplos: diseñan algoritmos que censuran pezones, generan presión sobre los cuerpos de la niñas y chicas, dan difusión al odio y toleran el ciberacoso. 

Las sabias apostaron por que los gobiernos democráticos establezcan una mayor regulación, de manera que se garantice un mínimo de seguridad y convivencia. Como indicó Encina Calvo, profesora de física en la Universidad de Santiago de Compostela (USC), "son las corporaciones y no las leyes las que definen los límites del discurso permisible". 

"Son las corporaciones y no las leyes las que definen los límites del discurso permisible"

Ana Jesús López, doctora en ciencias físicas de la Universidade da Coruña (UDC), consideró que las instituciones públicas "deberían ser capaces de penalizar y perseguir tanto a quien hace esos discursos como a las plataformas o empresas que los permiten". El problema es su carácter global, que dificulta una respuesta, a menos que sea coordinada a través de entidades supranacionales.

El BENEFICIO ECONÓMICO, UN GRAN OBSTÁCULO

Entre las razones que explican la resistencia de las grandes corporaciones digitales para que Internet no sea un espacio igualitario y libre de violencias machistas, las expertas fueron contundentes respecto a una: el motivo económico. 

Uno de los mayores ingresos de estas compañías procede de la inversión en publicidad, que se dirige a distintos públicos, entre ellos el misógino.

"Mientras consideren que censurar la violencia les perjudica económicamente, no lo van a hacer"

"Mientras consideren que censurar la violencia les perjudica económicamente, no lo van a hacer", explicó Soledad Torres, profesora en la Escuela de Ingeniería de Telecomunicación de la Universidade de Vigo.

Según la matemática María Cumplido, citada por Encina Calvo, "a las redes sociales no les importa la ética de los efectos de los algoritmos, sino maximizar los beneficios". 

Según esta lógica, "los algoritmos crearán caldos de cultivo selectivos que propicien cualquier adhesión a cualquier tipo de opinión", siempre que genere una rentabilidad económica. 

En relación con esto, Marta Macho, matemática y editora de la web Mujeres con Ciencia, se refirió al propio funcionamiento de las redes y de los medios de comunicación, ya que "la polémica vende más que los espacios tranquilos", algo con lo que coincidió Coral del Río, catedrática de economía aplicada en la Universidades de Vigo. "Están disfrutando tratando de enfrentar los distintos feminismos, empleando mentiras para que discutamos entre mujeres, divide y vencerás", remarcaba Macho.

OBJETIVO: EXPULSAR A LAS MUJERES DE LA RED

A violencia machista digital tiene entre sus objetivos reducir la presencia de las mujeres en el ágora cibernética o incluso expulsarlas. Y, según las expertas del Comité consultadas, parece que lo está consiguiendo. 

Mari Álvarez Lires, profesora de didáctica de las ciencias experimentales de la Universidade de Vigo, apuntó que "el nivel de agresividad, las amenazas contra usuarias, que acaban sintiendo miedo incluso de salir a la calle a pesar de ser mujeres valientes, demuestra que los grupos violentos están consiguiendo sus objetivos". 

"Muchas mujeres se están alejando de estos espacios y, además, logran enfrentar la feministas"

Por su parte, María José Rodríguez Malmierca, responsable del área de E-learning y Colaboración del Cesga, considera que "son acciones muy peligrosas porque suponen una sobreexposición negativa para las víctimas y sus entornos".

Según Marta Macho, "muchas mujeres se están alejando de estos espacios y, además, logran enfrentar a las feministas".

Las expertas coincidieron en que estos ataques misóginos crean una situación que exige la construcción de espacios seguros, y este es uno de los principales retos para estas plataformas digitales. Además de controlar o modular sus posibles efectos nocivos, especialmente los que afectan a la salud mental de las adolescentes.

 "Este mundo tecnológico es, cuando menos, igual de machista ymisóxino que la sociedad"

De hecho, para Purificación Mayobre, docente de la Universidade de Vigo, "este mundo tecnológico es, cuando menos, igual de machista y misógino que la sociedad" y para hacerle frente propone dar un salto más allá de la sensibilización y apostar por la "formación en igualdad y empoderamiento de las mujeres, porque la falta de autoestima es lo que trunca mucho el acceso de las mujeres a la tecnología".