Los agentes que hace dos semanas desarrollaron la última operación antidroga con epicentro en la provincia de Pontevedra, la bautizada Keroman y Samario, se encontraron con una escena nunca vista. En Vilanova de Arousa registraron una nave en la que encontraron un sótano en el que probaban las embarcaciones que construían allí y mismo y luego usaban para meter droga por el Estrecho.
Una vez concluida la operación, la Guardia Civil y la Policía Nacional han hecho públicos detalles de ese registro realizado en Tremoedo.
Allí encontraron un complejo sistema mecánico de elevación del suelo que permitía acceder a un sótano de unos 300 metros cuadrados. Estaba semi inundado y lo usaban para ocultar las embarcaciones, pero también para algo más sorprendente, hacer pruebas de flotabilidad de las mismas y su motorización.
También en ese sótano semi inundado podían probar cómo ocultar alijos y lo tenían tan escondido que, para acceder, tan solo se podrá utilizar una entrada oculta bajo un plato de ducha de un cuarto de baño.
Los agentes lo descubrieron en la madrugada del pasado 26 de abril, cuando el EDOA de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra y el grupo UDYCO de la Comisaría de la Policía Nacional de Pontevedra realizaron un operativo simultáneo en el que detuvieron a 18 personas e incautaron 21 embarcaciones de alta velocidad, 80.000 euros, una cabeza tractora, dos remolques, abundante documentación y vehículos.
Esta operación permitió desarticular una organización criminal que realizaba distintas actividades ilegales relacionadas con el narcotráfico. Importaban hachís de Marruecos por el Sur de España y, para introducirlo por el Estrecho, ellos mismos se encargaban de la construcción, preparación y reparación de planeadoras y su transporte por toda la península ibérica. Además de para uso propio, también se las suministraban a otros grupos criminales.
La organización disponía personal altamente especializado como mecánicos, constructores de cascos de las embarcaciones, además camiones y remolques, tanto para uso propio, como para otros grupos criminales asentados en España y Portugal.
Todo fue resultado de una larga y compleja investigación de cerca de un año y medio que comenzó en enero de 2021 con la incautación de 1.620 kilogramos de hachís.
En la provincia de Pontevedra se registraron dos naves industriales, donde se incautaron tres embarcaciones de alta velocidad y en Portugal un total de 15 embarcaciones.
En esta operación también participaron el Grupo Especial de Operaciones , el Grupo de Operaciones Técnicas, Medios Aéreos, la Unidad de Prevención y Reacción, la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, la Brigada Provincial de Policía Judicial, Brigada Provincial de Policía Científica, GRECO Galicia, Brigada Local de policía Judicial de Marín de la Policía Nacional, así como el OCON SUR, la USECIC, el Servicio Cinológico, GRS 7 y Unidades de Seguridad Ciudadana por parte de la Guardia Civil