Olas de calor y precipitaciones extremas, las amenazas del cambio climático sobre el marisqueo
Por Redacción
Un estudio elaborado por las tres universidades gallegas que analizó, entre otros espacios, las áreas de marisqueo de Cambados y Campelo (Poio), ha identificado las principales amenazas que el cambio climático puede tener sobre esta actividad económica.
Así, esta investigación publicada en la revista Frontiers of Marine Science alerta del impacto que tendrán en los bancos marisqueros de las Rías Baixas las olas de calor cada vez más frecuentes e intensas o las precipitaciones extremas que modificarán la salinidad de las aguas de las rías.
Esto provocará, según los investigadores, efectos que llevarán a la pérdida de biodiversidad marina y la alteración de los ecosistemas.
La costa gallega, especialmente las Rías Baixas, destaca por acoger una de las pesquerías de bivalvos más importante de Europa en términos de capturas y empleo, así como por su gran relevancia socio-económica en el entorno.
Especies como las almejas babosa, fina y japonesa o el berberecho son algunas de las más notables en esta actividad, expuesta a importantes variaciones espacio-temporales en las capturas a causa de las flutuaciones en las condiciones causadas por los cambios de temperatura o salinidad.
Según los estudios que se realizaron, los efectos del cambio climático pueden aumentar el estrés en estos ecosistemas y llevar a los límites de la tolerancia a estas especies en factores como la reproducción y el crecimiento.
Esto generaría, concluyen los autores del estudio, problemas de reclutamiento o retrasos en el tiempo requerido para obtener tallas comerciales, con el consiguiente descenso de abundancia de estas especies.
Además, el aumento del nivel del mar podría causar el asolagamiento de algunos lechos intermareals, y las olas de calor extremo en verano afectarán también a las condiciones laborales de las mariscadoras.
Entre otros resultados, el trabajo demuestra que una menor experiencia en la actividad y un menor compromiso en la participación de las agrupaciones marisqueras tienden también a incrementar los riesgos de vulnerabilidad económica.
El artículo también advierte que el sector está afrontando la ausencia de un relevo generacional para trabajar en el marisqueo y asegurar no solo beneficios, trabajo y presencia de población nueva en comunidades costeras, sino también para retener el conocimiento tradicional y memoria socio-ecológica de prácticas asociadas, experiencia y valores culturales.
Esta elevada vulnerabilidad en las personas con menor experiencia puede disuadir a la gente más joven de incorporarse al sector, por lo que el estudio recomienda que las administraciones deben dar prioridad los incentivos económicos hacia la incorporación de gente joven para mantener el sector vivo y fijar población en estas áreas costeras.
Con todo, los resultados también muestran que el sector marisquero en Galicia ya desarrolló un amplio rango de estrategias de adaptación, como son la cosecha de especies de alto valor comercial y de mayor abundancia en los bancos marisqueros.
Las mariscadoras también se adaptaron a la situación reduciendo los gastos domésticos y complementando los ingresos con otros trabajos formales e informales para compensar las pérdidas económicas.
Basándose en estas acciones, el trabajo recomienda poner el foco en aspectos clave como la mejora de las relaciones sociales dentro de las agrupaciones, fomentar una mayor conciencia sobre las amenazas del cambio climático, el impulso de nuevas habilidades y la participación del sector en los planes de adaptación y resiliencia.