El Concello de Vilagarcía celebró este sábado el Pleno en el que quedó constituida la nueva Corporación Municipal tras las elecciones del 28M, y en el que el socialista, Alberto Varela, resultó elegido alcalde por mayoría absoluta al sumar los 9 votos del PSdG y los 2 del BNG, frente a los 9 que obtuvo la candidata del PP, Ana Granja, y del 1 del edil de IU, Juan Fajardo.
Varela Paz tomó posesión del cargo del que será su tercer mandato con el objetivo de "continuar mellorando Vilagarcía e a calidade de vida dos vilagarciáns" y sin perder la perspectiva de los tiempos que vivimos.
Como manda el protocolo, la sesión constitutiva comenzó con la toma de posesión de los 21 concejales electos que, uno a uno, fueron prometiendo o jurando el cargo y pasando frente a mesa de edad, compuesta por la concejala de más años, Luz Abalo, y el edil más joves, Raúl Santamaría, para recoger la medalla de miembro de la Corporación Municipal del Concello de Vilagarcía de Arousa.
La mayoría de los concejales optó por la fórmula preestablecida, prometiendo o jurando, aunque hubo quien personalizó el texto, resumiéndolo en un "Prometo acatar la Constitución Española", del socialista, Álvaro Carou, o a la versión de esta fórmula que utilizó la nacionalista, Rosa Abuín, añadiéndole un "por imperativo legal". También por imperativo prometió su compañero Javier Rodríguez -que además se comprometió a "defender os dereitos legais dos veciños de Vilagarcía"-, igual que el edil de Izquierda Unida, Juan Fajardo quien adornó a texto con la esperanza de una tercera República.
Aunque esperado, el resultado de la votación para la elección del alcalde mantuvo el suspense hasta el recuento del último voto, favorable a Varela y que le daba la mayoría absoluta.
Tras recibir el bastón de mando por tercera vez consecutiva, Varela Paz procedió a leer un discurso que comenzó agradeciendo la confianza que depositaron en él los vilagarcianos que votaron a la lista socialista, y también mostrando su gratitud a los que se decantaron por otras opciones, "ben porque lles gustaron máis os seus proxectos, ben –e algún caso habería- porque nos quixeron mandar unha mensaxe... mensaxe recibida, e dende logo asumida", sentenció.
Notablemente emocionado, la voz se le quebró en el agradecimiento a los miembros del equipo que lo acompañaron en los últimos cuatro años y que no repetirán como concejales en este nuevo mandato, como Miro Serén, Alba Briones y Mati Laya. Y agradeció "a responsabilidade e xenerosidade" de los dos concejales del BNG "por facilitar que tamén aquí en Vilagarcía se poida constituír un goberno de progreso".
Mirando hacia primera fila del auditorio, en la que se sentaban los ex alcaldes José Luis Recuna, José Luis Rivera Mallo, Javier Gago, Enrique León, Dolores García y Tomás Fole, y partiendo de una cita del regidor "de esquerdas e republicano", Elpidio Villaverde, Varela Paz destacó que a lo largo de la historia de Vilagarcía, el nexo en común de todos los gobernantes de la ciudad, independientemente de ideologías, fue la pasión que sentían por ella y el trabajo realizado para mejorarla, trabajo que cada uno de ellos centró en las necesidades y circunstancias de cada época.
Haciendo un llamamiento a la lucha común de toda la Corporación por la defensa de Vilagarcía "dende a diferenza e a pluralidade, e sen descualificar a ninguén, e menos á propia cidade", Alberto Varela concluyó el discurso volviendo a citar la Elpidio Villaverde diciendo "neste réxime de democracias, nin podemos cantar os acertos nin compadecernos dos erros: tan só debe predominar a idea de conseguir un anhelado fin, o benestar e o progreso do noso pobo".
Una vez solucionada la investidura, para los próximos días queda pendiente la organización del gobierno de la Plaza de Ravella, si formará parte el BNG del mismo como ocurrió de 2007 a 2011, con el bipartito liderado por Dolores García y Xosé Castro Ratón, o si los nacionalistas quedarán en la oposición, brindando apoyos puntuales a los socialistas, algo que ya ocurrió entre 2015 y 2019.